“Creo que tampoco nos podemos ir de no tener una ley contra la corrupción a ir al otro extremo a exagerar las cosas”


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El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, en entrevista con La Hora, sobre el balance de su gestión a seis meses de gobierno, explicó varios avances en el tema de seguridad y obstáculos en la administración pública. Además, habló sobre el impulso al tema de nuevas rutas contra el narcotráfico y la exposición de motivos que se le agregará a la propuesta de reforma constitucional.

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POR LUIS ARÉVALO
larevalo@lahora.com.gt

Sobre el enriquecimiento ilícito, el mandatario termina coincidiendo con los empresarios sobre el punto del tráfico de influencias y considera exagerada la norma que castiga a los particulares que abusen de su posición o poder para sacar ventajas.

¿Cuáles serían los principales logros que considera se alcanzaron durante este primer semestre de gobierno?

En estos primeros seis meses comenzamos arreglando y poniendo en orden el gobierno. Algo que debemos tener presente los guatemaltecos, es que recibimos un gobierno totalmente desordenado, donde no se respetó la institucionalidad y hubo usurpación de funciones y más de 4 mil transferencias presupuestarias en un año.

Hubo desorden administrativo y financiero y la corrupción prevaleció al igual que la violencia y la inseguridad. En esas condiciones a nosotros nos tocó recibir. Empezamos a poner orden dentro del mismo gobierno.

De 4 mil transferencias que tuvo el gobierno anterior en un año, nosotros hemos hecho apenas 75 en seis meses. Ayer (martes) lo revisé con el Ministro de Finanzas. Esto lo que manifiesta es que financiera y administrativamente las cosas se están poniendo en orden y estamos cumpliendo con lo que se aprobó en el presupuesto.

De nada nos servía, como en el gobierno anterior, aprobar un presupuesto y después le hacían 4 mil transferencias y se volvía un desorden que propiciaba la corrupción.

Tenemos un equipo que comparte una visión y conoce cuáles son las principales líneas estratégicas del gobierno. Tenemos una visión sobre la cual todos tenemos que contribuir y trabajar.

Parte de ese ordenamiento es tomar un rumbo diferente al que traía el gobierno anterior, donde no estaba definido, cada quien estaba jalando por diferente lado y hoy tenemos un rumbo muy claro, guiado por los tres grandes pactos y líneas transversales como la transparencia, la contribución que tiene que hacer cada uno como servidor público para brindarle los resultados a los guatemaltecos.

En estos primeros meses, hablar de que hubo cambios importantes en el tema de seguridad, en el ordenamiento administrativo y fiscal, en la visión compartida del gabinete son cuestiones reales y que están a la vista de todos los guatemaltecos.

¿Cuáles son las principales deficiencias que ha tenido el Ejecutivo en estos primeros seis meses?

Más que deficiencias, los obstáculos que hemos encontrado son recibir un Organismo en las condiciones que mencioné anteriormente. A cada ministro le tocó poner orden y tratar de colocar a la gente. Ese fue otro desorden que encontramos, porque había personas que no respondían al perfil que el puesto necesita. Pero dejaron las plazas presupuestadas, de manera que a nosotros se nos hiciera más difícil poner personas que verdaderamente respondan a los perfiles que los puestos necesitan.

Eso le ha traído una lucha grande a cada ministerio pero están en ese esfuerzo. Además, el otro problema que hemos encontrado es que viene gente nueva que no conoce a fondo la administración pública. Es decir, las rigideces que hay en el presupuesto, las de la Ley de Compras y Contrataciones. Todo este aprendizaje ha sido con todos los gobiernos, siempre retrasa la ejecución del presupuesto, pero especialmente con el gobierno anterior que nos dejaron a cero.

Es decir, que ni siquiera iniciaron procesos que sabían que tenían que hacer y los que empezaron y los quisieron adjudicar y estaban listos en el mes de enero, todos estaban con intereses muy particulares.

Nos tocó revisar los procesos que ellos habían iniciado y luego empezar los nuevos para poder adquirir.

Esto, sumado a que se prohibió que hubiera ejecución de parte de las ONG, que nosotros impulsamos, ha hecho que la ejecución -presupuestaria- del primer semestre no haya ido al ritmo que nosotros queríamos.

El mandato primario por el que lo eligieron los guatemaltecos fue la seguridad y usted ha hablado que han disminuido los índices pero que falta más. ¿Cómo lograr esa meta, qué más se necesita para que el ciudadano se sienta seguro?
 
El primer punto es que efectivamente hay avances. Logramos cortar la curva ascendente que venía en el tema de la violencia en los últimos 12 años. Desde el año 2000 para el actual, vimos una curva que año tras año ascendió. Logramos frenarla y marcar un descenso.

Lo que hicimos fue instalar seis fuerzas de tarea que nos permitieran enfrentar cada uno de los hechos delictivos que más impacto tienen en la sociedad. En las principales, en las que más énfasis pusimos, tuvimos resultados importantes: 16 por ciento menos de asesinatos comparado con los mismos seis meses del año pasado. Y si nos vamos a comparar desde el año 2000, estamos en los niveles de los años 2003-2004. Esto es importante.

Además, logramos bajar el nivel de extorsiones significativamente. Hay 64 bandas desestructuradas, capturadas y puestas a disposición de los tribunales con pruebas y evidencias contundentes para que sean llevados a la cárcel.

El 90 por ciento de los secuestros que se dieron en estos seis meses, no solo fueron rescates exitosos sino que se logró capturar a las bandas que estaban haciendo los secuestros.

Entonces sí hay resultados,  lo que sucede es que en medio de los niveles de violencia a los que había llegado el país, los resultados no se notan y no se perciben en la población. Necesitamos avanzar más para que la población verdaderamente lo sienta.

Sin embargo, en una encuesta que nosotros vimos, efectivamente, la población, aunque siente que el problema principal es la violencia también encontramos que empieza a ver que se está trabajando duro contra la delincuencia y que se empiezan a ver resultados.

Lo que viene en este segundo semestre debería ser mejor de lo que tuvimos en el primero, porque ya están constituidas las fuerzas de tarea, ha habido buena comunicación y relación con las otras instancias como el Ministerio Público y el Organismo Judicial, que se han conjuntado para hacer operativos como los que hemos visto últimamente (…) por lo que deberíamos ver los resultados fortalecidos para el segundo semestre, de manera que los índices sigan bajando y que la población sí empiece a sentir este cambio.

¿Qué ocurrió con el tema de nuevas rutas contra el narcotráfico? Pareciera que pasó a segundo plano en su gestión.

Tal como lo anuncié desde el principio, siempre dije que es un tema que no se soluciona en 15 días ni en seis meses. Es un proceso largo. Pero nosotros somos actores e impulsores de ese proceso. No lo hemos dejado por un lado. Hemos estado insistiendo.

El 8 de agosto vamos al Sica y por pedido nuestro va llegar el Secretario General de la Organización de Estados Americanos a dar un informe de cómo va el mandato que le dio la Cumbre de las Américas, donde se dijo que se hicieran estudios y análisis científicos para ver qué está pasando con esto y encontrar otras rutas.

En la Cumbre Iberoamericana de noviembre, que va ser en España, el tema ya está en agenda, lo aceptaron a petición nuestra. Nos van a dar un lugar preferente para presentarlo y discutir sobre la iniciativa que seguimos promoviendo.

Ahora que vamos a tomar posesión de la Presidencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en octubre, voy  estar presente cuando a Guatemala le toque dirigirlo por un mes.

Tenemos tres grandes temas ahí: Violencia contra la mujer, menores en conflicto con la ley y el tema que queremos introducir también es el de nuevas rutas contra el narcotráfico. El tema no lo hemos dejado, lo estamos llevando a otros ámbitos.

Cuando un país asume la Presidencia del Consejo, presenta tres temas en los que tiene más interés. Y esos son los que durante el mes de presidencia que se va ejercer se les va dar más impulso. Son los que nosotros estamos presentando.

Antes de asumir el poder, usted hablaba de la necesidad de contar con una ley que tipificara el enriquecimiento ilícito, ahora que ya lo ejerce y su Vicepresidenta pide una fuerza de tarea contra la corrupción, ¿qué importancia tiene esa ley? 

Creo que son dos rutas que no son excluyentes. Más bien son complementarias. Es decir, la aprobación de la ley contra la corrupción en el Congreso es muy importante. Es una herramienta valiosa que le va dar a las instituciones encargadas de luchar contra la corrupción.

Es una ruta que seguimos apoyando y esperamos que el Congreso así como la conoció en primera lectura, puede finalmente aprobarla.

Pero el otro esfuerzo que la Vicepresidenta está haciendo, es que los buenos resultados que ha habido en el tema de la coordinación de las fuerzas de tarea, ella quiere hacerlo en la lucha contra la corrupción. Que la Vicepresidencia, la Secretaría de Control y Transparencia y la unidad del MP de lucha contra la corrupción pudieran estar mejor coordinadas, para que los procesos que se tengan que seguir sean mucho más ágiles y eficientes como se ha logrado con los temas de seguridad.

A eso se debe. La Fiscal General ya nos manifestó que está en su mejor disposición de lograr esta coordinación con el Ejecutivo y especialmente con la Vicepresidenta, para hacer más eficientes y agilizar procesos que permitan hacer un frente interinstitucional en contra de la corrupción.

Algunos críticos, entre ellos el Cacif, piden que se explique más el delito de tráfico de influencias, porque pareciera ambiguo, aunque el mismo es claro en la iniciativa ¿Qué opinión tiene de la redacción actual de ese artículo?

Creo que tampoco nos podemos ir de no tener una ley contra la corrupción a ir al otro extremo a exagerar las cosas. Y creo que algo de eso está pasando. Es decir, que en el espíritu de querer ser más exigentes, como que se están yendo al otro lado. Creo que es cuestión de redacción y los diputados deben ser cuidadosos en la redacción de los artículos que tienen que aprobar en la última lectura para hacer las correcciones necesarias.

Creo que tampoco debemos exagerar, que si hay un empresario que por alguna razón tenga que sentarse a hablar con un ministro, que esto se vaya malinterpretar o se pueda señalar que es tráfico de influencias, creo que también eso está fuera de lugar.

No podemos irnos a extremos que después no van a tener la aplicación necesaria. Tenemos que ser cuidadosos y creo que el Congreso lo va ser al momento de la redacción por artículos.

El paquete de transparencia parece haber quedado relegado en el Legislativo. ¿Podría usted jugar un rol protagónico de parte del Ejecutivo para impulsarlo?

Por supuesto. Estamos en esa lucha. Tuvimos una reunión con la bancada -oficial- completa la semana pasada, para decirles que es un equipo el que realmente tiene que trabajar aquí. Que los 63 diputados del Partido Patriota son un solo equipo y que ellos deben impulsar también las iniciativas que nosotros hemos presentado.

Para nosotros, en este segundo semestre son importantes las reformas constitucionales, el paquete de leyes de transparencia, la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Ahí estoy mencionado 15 leyes importantísimas para el país, que creo que el Congreso debe asumir esa responsabilidad.

Lamentablemente, ya se perdió casi un semestre por la obstinación y terquedad de la bancada que todos conocemos, la bancada de Lider que quiso llevar la interpelación por cuatro meses e hizo perder no solo tiempo sino dinero de los guatemaltecos.

En campaña se dijo que se intentaría estabilizar la deuda para luego disminuirla y que no se usaría esta para pagar más deuda, ¿qué pasará en el presupuesto 2013 que ya dependerá de ustedes?

Lo que estamos haciendo y es parte de lo que lleva el presupuesto es frenar el acelerado ritmo de crecimiento de la deuda. Luego, no solo lo frenamos sino que estamos dando una reducción en el déficit fiscal, de 2.6 por ciento del PIB que corresponde al presupuesto actual a 2.2 por ciento en 2013.
 

Damos un paso importante este año, que fue en la colocación de bonos. Logramos que los bonos que se emitieron se colocaran a 5.75 por ciento de interés, comparado con el 9 y hasta 11 por ciento que se colocaron en el gobierno anterior. Esto nos permite llegar casi a la mitad del servicio de la deuda que nos va tocar pagar.

Son dos pasos importantes que estamos dando, en el sentido de mantener la macroeconomía del país en condiciones adecuadas.

Respecto de la reforma constitucional que impulsa, los críticos dicen que es algo muy importante como para tomar a la ligera, que se impulsa de forma rápida y que detrás habría algo que podría pasar desapercibido y sin consenso, ¿qué opinión tiene sobre esto?

Vamos por el tercer mes de estar en esta discusión. Ha sido una discusión abierta y democrática. Es un diálogo que se ha propiciado, en el que nos hemos sentado con diferentes sectores organizados de la sociedad para explicarles y presentarles un primer documento.

Otra cosa importante es que no sacamos un documento diciendo “éste es el que va y no nos importa qué nos digan”. Este es un documento “mártir” que estamos presentando para que sea discutido y consensuado. Lo que hay que quitar hay que quitarlo. Lo que haya que arreglar hay que arreglarlo y lo que haya que mejorar estamos dispuestos a hacerlo.

Es un documento para discusión. No está escrito en piedra. Tiene flexibilidad y es lo que nosotros presentamos. De 51 artículos iniciales ya bajamos a 42 y esperamos bajar otros más.

Esto ha sido resultado de la discusión que se ha dado con los diferentes sectores. Algunos dicen que estamos improvisando porque de 51 ya van por 42. No, pues ese era el espíritu de esto.

El espíritu era tener un documento que generara discusión, que generara propuesta y que esa propuesta lograra ampliar la base, que es lo que nosotros seguimos buscando.

El jueves (hoy) tenemos una nueva reunión con la comisión, en la que vamos a tener un documento que va a incorporar todas las propuestas que nos vinieron y las recomendaciones que nos han hecho para hacer los cambios necesarios y tener, ojalá, un documento final. Pero tenemos todavía flexibilidad de hacerle algunos cambios si tienen los argumentos suficientes para lograrlo.

Ese documento se va a unir con una exposición de motivos del porqué proponemos la reforma a la Constitución. Quedaría un documento más elaborado y quedaría una propuesta más consensuada con los sectores organizados del país.

Esto nos permitiría tener todavía 10 días para revisarlo. Hay salidas al interior del país que ya están solicitando. Eduardo Stein va este fin de semana a Chimaltenango a una reunión. Estamos propiciando otras reuniones para que vayan otros miembros a Quetzaltenango y Chiquimula con sectores de la región y que les expongan cuál es la visión, y estaríamos listos entonces para que el 1º. de agosto se presente al Congreso de la República.