«Creo que estamos en segundo lugar»


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En el despacho de la Rectorí­a de la Universidad Galileo, Eduardo Suger, presidenciable por el partido Compromiso, Renovación y Orden (Creo), relata algunas de sus experiencias en campaña, explica su visión del escenario polí­tico y amplí­a algunos detalles de su plan de trabajo.

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ANDREA OROZCO
aorozco@lahora.com.gt

¿Cuál fue el evento o actividad familiar a la que más le costó faltar por estar en campaña?
Yo acostumbro los dí­as domingo a pasarlos con mis hijos y mis nietos; almorzamos juntos, pasamos la tarde juntos y lo que más me ha costado en campaña es que ahora sábados y domingos son los dí­as de más trabajo en la campaña porque es cuando viajamos al interior de la República.

¿Qué le dice su familia en esta última etapa de la campaña?
Ellos respetan mucho las decisiones y saben que si yo me metí­ a participar en esto, es con la intensión de hacer algo por el paí­s. Lo que más les duele es que deje mi trabajo universitario, los libros que estoy escribiendo, pero realmente me apoyan en todo puesto que saben que mi intención es ser de beneficio para el paí­s.

Siendo su tercera campaña y luego de tantas visitas al interior ¿Qué ha cambiado en Guatemala en sus giras?

Hay aspectos negativos. En la Guatemala cuando yo era niño, tanto en el interior como en la Capital, habí­a cero violencia; se caminaba por cualquier calle y temor no habí­a. Hoy en dí­a se palpa, las ciudades, las paredes, las puertas, las ventanas hablan. Hay una Ciudad en donde las puertas están cerradas, hay alarmas colocadas, y se siente una sociedad llena de miedo y de temor.

¿Qué nota en el rostro del anciano indí­gena, de la madre cargando al niño o del trabajador con el machete en mano?
Me duele profundamente, me duele ver esas caras, porque desde que los saludo siento la mano de esa gente que ha trabajado. Las caras reflejan dolor, falta de cuidado en nutrición y tratamientos médicos; cuántas señoras son mujeres jóvenes y ya se ven golpeadas por la vida, su dentadura se ve lastimada, se ve que no hay posibilidad ni acceso a programas de salud. Otra cosa que duele es que cuando uno pasa dentro de un partido polí­tico la mirada de todas esas personas hacia cualquier polí­tico son como de desconfianza. Los malos gobiernos que se han dado han creado una desesperanza en la población guatemalteca, de tal forma que nuestra autoestima está reducida, sentimos que no podemos y tenemos poca esperanza hacia el futuro.

¿Ha hecho alguna promesa personal a un simpatizante que acudió a uno de sus mí­tines?
Yo siempre hago promesas personales, pues yo no estoy esperando llegar a la Presidencia para principiar a trabajar por el paí­s. Yo tengo toda una vida de trabajar por Guatemala; tengo desde 1964, 47 años de estar trabajando, formando jóvenes profesionales, sin recursos del Estado, he generado becas de estudio para miles de estudiantes, del interior, minusválidos.

De las comidas realizadas como parte de sus giras ¿qué personaje lo hizo meditar más y nos puede contar su historia?
– Yo también he visitado la República en el plan de maestro. Lo que me ha llamado la atención es la gran inteligencia que tienen los niños de Cabricán, Quetzaltenango. Hipólito Vásquez, era electricista, vino a trabajar de eso; le di una beca para que estudiara electrónica, se graduó de ingeniero en electrónica. Un dí­a me escucha hablando en alemán y me dijo que querí­a aprender, a los meses ya hablaba el idioma, pide una beca en la Embajada, se va y termina un doctorado, y hoy es un investigador, profesor en el centro más importante de ciencia y tecnologí­a de Alemania.

Relátenos una anécdota curiosa o graciosa vivida en esta campaña.
Cuando visité por primera vez en plan polí­tico Alta Verapaz, en todo el departamento, yo veí­a que las señoras me miraban con mucha desconfianza o bajaban la mirada, escondí­an a sus niños. La segunda vez fue igual, pero esta vez noté que ya me daban al niño para que lo cargara. Abrieron su corazón a mi persona. Ahora aceptan que les dé una palmada en el hombro. Ahora hay una relación más normal.

Si tuviera a Irene, una niña de 7 años que no puede estudiar por cuidar a sus hermanos mientras trabaja ¿Qué harí­a para que ella tenga un futuro mejor?
Inmediatamente acercarme a los padres, porque es muy importante respetar la estructura familiar. Ella todaví­a no puede tomar decisiones y puede ser malinterpretado que yo diga le vamos a dar una beca para que estudie, pero debo lograr el consentimiento de los padres. Ya lo he hecho, a Brenda la encontré en Valparaí­so, cerca de La Democracia,  Huehuetenango. Es una niña privilegiada. Ella está estudiando aquí­ una ingenierí­a. Hablé con los padres, ellos estudiaron con programas que yo mandé allá.

Si tuviera que asistir al funeral de un joven que fue asesinado por no haber pagado una extorsión ¿Qué les dirí­a a sus padres para que se den cuenta de su compromiso contra la violencia?
Ahí­ palabras ya no hay. Hay un punto que siempre me pasa cuando tengo que ir a dar un pésame. El dolor es tan grande que aunque uno le diga “sentido pésame”, “lo siento mucho”, “qué terrible lo que ha pasado”, eso ya no le quita el dolor. No queda más que apelar a que Dios les de confort y aceptación. En lugar de decirles a ellos que voy a hacer, yo saldrí­a a ver de qué forma, si estoy en el Gobierno, que se puede hacer para que esas cosas ya no sucedan.

¿Qué le dirí­a a una familia que no tiene qué comer?
Hay tres fases que yo he fomentado en mi vida y las llevo muy adentro. La primera es mi empatí­a; poder ponerme en el pellejo del otro. Después de la empatí­a viene la solidaridad, yo me meto dentro de su problema y tengo que vivir y sentir lo que se está sintiendo. Una vez hecho eso tiene que nacer el estado más avanzado que es la compasión, que es el sentimiento más lindo y el nivel más lindo de estado en que uno puede estar. 

¿Cómo dialogarí­a con un grupo de campesinos que se quejan de desalojos de tierras?
Primero me irí­a a hacer presente allí­, porque es un deber constitucional proteger la propiedad privada, pero yo me pondrí­a en contacto con los señores que la han invadido. Yo trabajarí­a con ellos para ver dónde serí­an ubicados. Hablarí­a también con los propietarios para preguntarles si no venden.

Habla de hacer Cohesión sostenible ¿Cómo le explica a la gente que el pescado de hoy será enseñanza para pescar del mañana?
Hoy no se está haciendo así­. Hoy se les está dando el pescado, pero no se está haciendo que realmente ellos lleguen a ser independientes. Hoy en dí­a hay que dar la Bolsa Solidaria, pero hay que analizar bien que más debe contener porque el propósito es la nutrición. Allí­ les dan Q300 con la condición de que lleven a sus hijos a la escuela y los centros de salud, pero preguntémonos, ¿hay escuelas de calidad? Y la respuesta es no muy, entonces hay que fundar escuelas en cada comunidad porque es mejor no tener educación, que decir que la tuve pero no sé nada. No se trata de cuando van a dar la Bolsa Solidaria, ¿Cuándo van a dar la calidad? En tanto haga falta, eso debe seguir.

¿Cómo se presentarí­a ante una comunidad que fue destruida por un deslave o una inundación?
En primer lugar, en el Gobierno nuestro sí­ van a existir las medidas preventivas para reducir que esas comunidades se destruyan por un desastre natural. Lo que no tenemos en Guatemala son polí­ticas preventivas. Hay que crear un sistema de silos para almacenamiento y tener seguridad alimentaria para el caso de desastres, y tener una red para ver cuáles son los lugares más propensos a un desastre. Los hogares temporales a donde trasladar a la gente cuando se mojan, esos ya deben estar hechos; no como ahora que hay un desastre y hay que ver a dónde se lleva a la gente y se moviliza a la Municipalidad o un salón comunal. Después debe enseñarse en las escuelas lo que hay que hacer en caso de un desastre.

¿Cómo animarí­a a una persona que ha estado desempleada por varios meses?
– Es duro, porque la persona desempleada va sufriendo, va sufriendo y con cada dí­a que transcurre sin que tenga empleo su depresión es mayor y hay que evitar que se deprima. Lo que yo le dirí­a es, “véngase, vamos a tener una escuela, una universidad”. Le darí­a un poco de educación, un poco de capacitación y la ayudarí­a a conseguir un empleo. Tiene que haber una oficina del empleo y tienen que haber centros de capacitación continua. Debe haber kioscos de información localizados en parques para que sepan qué trabajos hay y cómo debe prepararse para conseguir un trabajo.

¿Cómo convencerí­a a los vendedores informales para mejorar y formalizarse?
Es a través de capacitarlos y educarlos. Hay que decirles que por ser informal se consigue el dinero más caro, son ví­ctimas. Entonces, hay que facilitarles que pasen de informal a formal, porque a ellos les asustan los trámites. El tiempo es oro. Hay que facilitar los trámites e incluso tener elementos del Gobierno que lleguen a ellos con la papelerí­a y le hagan el trámite, haciéndole ver que ventajas le traerí­a.

Según algunos sondeos, usted pelearí­a con Manuel Baldizón el segundo lugar ¿Cuál será su estrategia para asegurar ese segundo lugar?
Yo creo que estamos en segundo lugar, no peleándolo. Las encuestas dicen que es por el margen de error, pero en números absolutos, en porcentajes, estamos arriba. La estrategia que utilizaré es ser el mismo, no hay nada que cambiar, porque ahora se reduce el camino, ya la población empieza a ver que hay un gran número de candidatos que se están quedando. Ahora el pueblo está pidiendo más debates, quieren saber qué se va a hacer y cómo se va a hacer. Van a preguntar que se ha hecho en la vida y si realmente hay capacidad para gobernar.

¿Qué personas gobernarán con usted en un eventual gobierno suyo? ¿Nos podrí­a revelar algunos nombres?
Todas las personas que llevamos al Gabinete tienen que ser personas que tengan trabajo o una empresa. Queremos gente que esté muy ocupada para que no busque llegar al Gobierno porque no tengan trabajo. Buscamos a los que realmente no tienen tiempo y que haya que rogarlos, no queremos a los que dicen “yo quiero”, porque son los que no tienen chance. Queremos gente que sacrifiquen algo por ir al Gobierno. Hay personas que tienen más ingresos afuera que en el Gobierno. Buscamos profesionales especiales en el área, pero nombres todaví­a no puedo dar. En el tema de agricultura hay diez personas trabajando, todos clase triple A, muy ocupados, ingenieros agrónomos, en todos ellos está la expectativa de que alguno de ellos será el ministro, y si yo digo quién, se me desmotivan, por eso es que no lo digo todaví­a, pero antes del 11 se va a tener.

¿Sí­ llegara a ganar, estarí­a dispuesto a revelar, de forma sincera y a conciencia, los nombres de sus financistas?
Definitivamente, sí­. Eso sin que gane, es una obligación decir cómo se ha logrado el financiamiento. En el caso nuestro no es muy difí­cil, no hemos tenido muchos mensajes de tele. Acabamos de empezar, nuestro número de vallas son pocas, yo no  estoy en muchos lados. Nuestra campaña en términos de radio, televisión y vallas es la más chiquita de todas, allí­ la explicación ha sido fácil.

Usted dijo en LH Polí­tica, en el tema de la corrupción, que era necesario también abarcar al corruptor y sugirió cuatro puntos para erradicar. ¿Se compromete a que durante su gobierno se apruebe la ley contra el enriquecimiento ilí­cito y la probidad administrativa, para que funcionarios y particulares estén bajo el imperio de la ley?
Definitivamente no se escapa ningún funcionario. Vamos a implementar el programa completo que ya está hecho de lo que es el gobierno electrónico y la modernización del Estado. La transparencia es fundamental porque si no, no se pueden hacer cambios dentro del Estado. Para la famosa Reforma Fiscal primero hay que demostrar cuánto realmente hace falta, que hace falta, para qué y porque no ha alcanzado lo que tenemos hasta ahora.

Usted dijo en LH Polí­tica que no es necesario ni recomendable aumentar la carga tributaria porque dinero hay, los presupuestos no se ejecutan y la corrupción merma muchos fondos y al contrario, sugiere medidas que se encaminan al orden y al cumplimiento de la ley. Platí­quenos de la calidad de gasto que habrá en su Gobierno…

Habrá transparencia, calidad en el gasto y priorización del gasto. Es decir, yo voy en contra de continuar el endeudamiento. Ya llegamos a un nivel muy peligroso. Es el endeudamiento más grande que hemos tenido en la historia de Guatemala, ya no más. No es correcto que niños que todaví­a no han nacido ya nacen debiendo porque el paí­s está endeudado. Por de pronto hay que conocer los ingresos, evitar la evasión de impuestos, sancionar a los evasores, hacer un trabajo muy claro de parte de la SAT; hacer una lucha frontal a contrabando, allí­ se van millones de quetzales. Tercero, la corrupción que se da dentro del Gobierno, y la priorización y transparencia en el Gobierno, dándole prioridad a la inversión más que al gasto operativo. El plan de austeridad total, ya no más viajecitos, regular el uso de los automóviles del Estado, a la hora de apretarnos el cincho se debe empezar por el Gobierno.

¿Una reducción del salario de Presidente?
Eso no. No lo contemplo y no me da pena decirlo, porque lo importante no es cuánto gana una persona, si no cuánto produce. Si se tiene un presidente y un ministro que es excelente y que está haciendo crecer al paí­s en su desarrollo, que importa que sea caro. Muchas veces lo barato sale caro, tener un funcionario que gane mal, pero va a hacer desastres, sale más caro. Un funcionario debe ser de calidad, mientras más quiera cobrar mejor, pero debe sudarlo.

¿Está seguro que para Salud, Seguridad y Educación, por decir tres temas vitales, el dinero que existe es suficiente?
Eso hay que evaluarlo. Si es que va a seguirse operando como se opera hoy en dí­a, posiblemente, según se ve, no alcanza. Educación está mal atendida, Salud está mal atendida y no digamos el tema de Seguridad. Adicionalmente la Policí­a, el personal de Salud y los maestros están mal pagados. Debemos mejorar los salarios. Hay qué ver en qué se gastan el dinero. Se escucha corrientemente que ha habido muchas transferencias. El presupuesto hay que verlo como se ve el presupuesto en la casa. Se tiene un sueldo y los gastos hay que ajustarlos al sueldo, si no se endeuda. Hay que ver la prioridad, y si se compra un vestido en lugar de comida para mañana no hay. Así­ se ha hecho, ha habido desorden en el presupuesto, hoy en dí­a es difí­cil decir si no alcanza, cuando esté bien organizado y priorizado el presupuesto entonces se dirá si alcanza o no.

¿Cómo combatirá la evasión y qué garantí­as da con todos serán medidos con la misma vara?
Aplicando la Ley. Hay tribunales que sancionan a los evasores de impuestos. Ya hoy hay control sobre el pago del IVA, y el control del pago sobre la Renta hay que reforzar el grupo de personas que controla ese pago de impuesto, hay que caerles y aplicarles la Ley. Si cinco evasores caen y son castigados, ya verá cómo se mejora la situación.

Sobre seguridad, usted se pronunció en nuestra tribuna y dijo que era necesario un enfoque serio, cientí­fico y diferente. Dijo, además, que no era posible reducir la criminalidad en un paí­s de extrema pobreza. Reconoce que las cárceles son universidades del delito o clubs criminales. Ahora le preguntamos y ojalá podamos conocer detalles:

¿Cómo pasamos a que se mueran cinco personas en lugar de 15?
Allí­ hay acciones preventivas y acciones represivas. No podemos esperar que esto continúe así­ y que estén matando esa cantidad todos los dí­as. Tenemos que actuar y frenar al delincuente. En la prevención entra la educación y la erradicación de la pobreza extrema, hay personas que se involucran a un acto delincuencial por la necesidad de darles de comer a sus familiares, esto es fundamental para el desarrollo de la educación. A la delincuencia existente hay que pararla, hay que reprimir eso; se debe hacer una reorganización de la función operativa de la Secretarí­a de Inteligencia Civil, eso es vital, porque es la encargada de ver el mapa de donde están los delincuentes, qué armas tienen y poderlos capturar.  No podemos hablar, para una respuesta pronta, de contratación de nuevos policí­as, de la reforma policial. Sí­ hay que hacerlo, pero va a llevar un gran tiempo. La respuesta inmediata que espera la población para ese tipo de delincuencia, actúa inteligencia y les falta capacidad operativa, por eso pondremos especialistas allí­.

¿Con qué acciones retomamos las cárceles?
Ese es un problema más serio. Lo que pasa es que hay tanto preso, para las capturas debe estar presente un representante de Derechos Humanos y alguien de la Fiscalí­a para que la denuncia se haga bien hecha y que las pruebas que se aportan sean contundentes.  Hoy en dí­a a los que se capturan van a una cárcel que no es segura, donde hay celulares, amenazan y allí­ se maneja el crimen. Hace falta tener cárceles de alta seguridad, donde no hay celulares, no hay comunicación y hay que construir esos centros de detención de alta seguridad y las otras va a ser centros correctivos.

¿Usted está a favor de la pena de muerte?
La pena de muerte está en la Constitución. No se trata si estoy a favor o no de ella. El Presidente asume cumplir con la Constitución y hacer que se cumpla, no está en manos del Presidente condenar a alguien, si no es un juez, y el reo tiene derecho a apelar, pero si con eso sigue en firme la pena debe ejecutarse. Hay tratados internacionales firmados, pero yo sí­ creo que el Gobierno se debe al pueblo de Guatemala, y el Gobierno debe cumplir la Constitución antes de someterse a todos esos convenios internacionales. No creo que esté en poder del Presidente perdonar a un reo, porque para eso hay un tribunal que lo condenó. Yo niego el indulto presidencial y lo niego porque hay un juez competente y si no estoy restándole autoridad y restándole competencia al juez, estoy fomentando la falta de confianza.

En el tema del narcotráfico, usted dice que no debemos poner los muertos, que debemos obstaculizar, controlar y regularizar el uso de sustancias ilegales. Llama a que sean los paí­ses consumidores quienes hagan la mayor parte. Una pregunta:

La gente se siente agobiada por la presencia de narcos en el paí­s que trafican la droga y causan la violencia, que genera muerte ¿Cómo capturarlos y sacarlos del paí­s, teniendo en cuenta el poder y la capacidad de acción que ostentan?
El tema de narco y terrorismo se va extendiendo. Tristemente el tema de la inseguridad va a crecer en muchas lí­neas. Aquí­ está el tráfico de narcóticos, de prostitución e ilegales. Está el robo de niños y la venta de órganos. El narco es la industria más grande del mundo, unos dicen que aquí­ somos corredores de la droga, pero también somos productores. Para combatirlo hay que dividirlo en dos fases. Primero, el rescate de la juventud guatemalteca, no drogas, promover el deporte, educación, la cultura. Para los carteles de la droga que se están desplazando desde México, hay que controlarlas con el control de las fronteras a nivel militar, porque esa es una invasión de un ejército extranjero. Hay que recurrir al trabajo conjunto de fuerzas centroamericanas a nivel de ejércitos y al apoyo de paí­ses como Estados Unidos.

Usted dijo que para erradicar el tema del desempleo deben crear fuentes estables de trabajo. La pregunta del millón ¿Cómo y en base a su plan, cuántas se puede crear durante su gobierno?
El Gobierno no genera fuentes de trabajo. Ningún Gobierno puede, porque no genera dinero. El Gobierno lo que genera es la capacidad para que se haga, el Gobierno no puede generar una empresa. La función del Gobierno es legislar en el Congreso y procurar que los ciudadanos puedan producir más para que el propio ciudadano sea el que genere empleos. Pero si el Gobierno pone mil trabas, permisos, horarios, etcétera, empiezan a bloquear y dificultan el trabajo empresarial. Si un candidato dice vamos a generar un millón de empleos quiere decir que ya habló con maquilas japonesas, coreanas o lo que sea, para que vengan a abrir aquí­.

¿Son suficientes cuatro años para poder cumplir con el plan de trabajo que usted se ha fijado?
Yo estimo que para cumplir con el plan que está fijado si son suficientes cuatro años, porque no estamos soñando. El desarrollo de Guatemala se da por pasos, pero con solo ponerle un alto a la corrupción, dignificar la carrera del trabajador del Estado, que se acaben los favores y se ordene el paí­s, limpiar y dejar un Gobierno funcional ya hemos logrado. Fomentar la inversión y dejar al sector que está en pobreza extrema ya organizado en cooperativas y todos generando su ingreso, no van a ser ricos pero ya no van a depender de la bolsa solidaria. Hay que enseñarle el ahorro y en cuatro años el guatemalteco va a decir “si lo puedo hacer”.

“Yo siempre hago promesas personales, pues no estoy esperando llegar a la Presidencia para principiar a trabajar por el paí­s

“Ahí­ palabras ya no hay”, al preguntársele qué le dijera a los padres de un joven asesinado

“Todas las personas que llevamos al Gabinete tienen que ser personas que tengan trabajo o una empresa”

“Es una obligación decir como se ha logrado el financiamiento (de campaña)”,