La región de Latinoamérica y el Caribe crecerá cerca de 4,25% en 2007, tras una expansión de 4,75% en este año, la más rápida de las últimas décadas, pero en el futuro existen riesgos de desaceleración por una caída previsible de la economía de Estados Unidos, advirtió el jueves el FMI.
Al presentar el jueves en México un estudio sobre las perspectivas económicas de las Américas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que las proyecciones de la región «se mantienen sólidas» en un entorno «aún favorable» de la economía mundial, que crecerá alrededor de 5% el año próximo.
La región latinoamericana logrará una tasa de crecimiento promedio de 4,25% el año próximo y en 2006 cerrará con una expansión de 4,75% «lo cual indica que la actual expansión es la más rápida registrada en las últimas décadas», señala el documento.
Pero el FMI advierte a la vez que existen riesgos de «deterioro en el futuro», en particular por «una caída posiblemente más acentuada de la tasa de crecimiento en Estados Unidos».
También cita como posibles factores de preocupación para la región «un endurecimiento imprevisto de los mercados financieros mundiales; volatilidad de los precios de los productos básicos, sobre todo por una caída drástica de los precios de los productos básicos no combustibles».
De acuerdo con la institución, «la inflación, en general, se ha mantenido controlada y se prevé que disminuirá aún más al alcanzar un promedio de alrededor del 5% en el 2007 en toda la región».
Al insistir en la necesidad de aplicar reformas económicas para «afianzar la estabilidad macroeconómica y aumentar el crecimiento», el FMI aconseja ahora combatir la «marcada desigualdad» en Latinoamérica, la región que tiene la mayor brecha social del mundo.
«Para afianzar la estabilidad macroeconómica, aumentar el crecimiento y acercar los países regionales al grado de inversión, sus programas de reforma deberán hacerle frente (…) a las causas históricas de las crisis en la región, incluida la marcada desigualdad», recomienda la institución.
«La mayor igualdad y estabilidad mejorarán las perspectivas para mantener la expansión actual», sostiene la institución financiera.
Para el Fondo, «lograr una mayor igualdad social constituye un proceso lento y difícil», pero considera que existen herramientas que «podrían usarse más» como «las reformas fiscales y políticas referentes al mercado laboral», entre otras.
«Estas reformas deben combinarse con mayores esfuerzos para hacer las economías de América Latina más abiertas y competitivas, con instituciones más fuertes, volviendo las economías más vibrantes y exitosas», reitera el FMI, en alusión a las políticas de mercado que fracasaron en la mayoría de los países latinoamericanos en los años 90.
Al mismo tiempo, admite que lograr «mejoras duraderas» exige reunir «un electorado que apoye las reformas».
Detalla luego otras «vulnerabilidades» que afronta la región y advierte que «la deuda pública sigue siendo relativamente alta, en general los presupuestos son rígidos y el ritmo del gasto se ha acelerado».