El Consejo Monetario Centroamericano (CMCA) pronosticó un crecimiento económico «moderado» de la región para el 2009, al tiempo que expresó su preocupación por la desaceleración económica a causa de la crisis financiera internacional.
«El deterioro de las economías avanzadas ha sido mucho más severo y prolongado de lo previsto, principalmente en Estados Unidos», detalla un boletín de prensa del CMCA, integrado por los presidentes de los Bancos Centrales de Centroamérica y República Dominicana.
Dicho Consejo concluyó en su reunión número 255 en la ciudad de Alotenango, Sacatepéquez, en la que analizó el impacto de la crisis económica y financiera internacional en la región.
No obstante, el Consejo resaltó la fortaleza macroeconómica del istmo y subrayó la necesidad de que los países continúen aplicando medidas de política económica que aminoren el impacto negativo de la crisis en el empleo y el crecimiento económico regional, sosteniendo el equilibrio macroeconómico.
La información proporcionada destaca que, derivado de los menores precios internacionales de las principales materias primas de importación, así como de las medidas de política monetaria aplicadas, el ritmo inflacionario regional se ha desacelerado hasta alcanzar 3.9% en mayo pasado, lo que contrasta con el 11,6% registrado un año antes.
«El Consejo se mantendrá alerta a la evolución de los precios internacionales del petróleo y de otras materias primas, y al balance de riesgos de inflación de sus economías, a efecto de adoptar oportunamente las medidas de política monetaria que correspondan, para mantener una tasa de inflación baja y estable», apunta el comunicado.
La semana pasada, Edgar Barquín, Superintendente de Bancos señaló que la región ha podido absorber los choques de la crisis gracias a los marcos jurídicos financieros aprobados en la última década, así como a la prudencia en el manejo de las carteras contaminadas.
Según él, la crisis financiera internacional «ha afectado al sector real de la economía» centroamericana, al provocar la caída del comercio exterior (reducción de exportaciones e importaciones), la remesas familiares, el turismo y la recaudación fiscal.