Creciente desnutrición de millones de guatemaltecos


Pese a que los hechos han demostrado lo contrario, los neoliberales no se dan por enterados, ignoran o se hacen los taimados respecto a los desastrosos efectos de las polí­ticas del neoliberalismo aplicadas en Guatemala durante los recientes lustros, y de igual forma se empecinan en negar que el calentamiento climático es un fenómeno real que ya está repercutiendo negativamente en nuestras vidas, y no una simple especulación de cientí­ficos, organismos internacionales y ambientalistas.

Eduardo Villatoro

Un estudio de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), citado en un despacho de prensa originado en Guatemala escrito por el acucioso periodista Danilo Valladares, de la agencia IPS, señala que la producción de maí­z -principal cultivo de subsistencia del guatemalteco, sobre todo de las clases más pobres- ha mermado por causa del cambio climático, y de ahí­ que la proyección de cosechas para el perí­odo de mayo de este año al mismo mes de 2011 es de 28 millones de quintales, insuficiente para atender las necesidades de consumo que suma 40 millones de quintales, o sea que se registra un déficit de 12 millones de quintales.

Declaraciones atribuidas al director del Instituto Nacional de Sismologí­a, Vulcanologí­a, Meteorologí­a e Hidrologí­a, Eddy Sánchez, dan cuenta que para contrarrestar esa carencia Guatemala deberí­a adoptar medidas de adaptación frente al recalentamiento global, utilizando semillas resistentes a las inundaciones y la sequí­a, y diversificar sus cultivos.

No lo está advirtiendo un polí­tico oportunista, ni determinado activista tachado de ecohistérico, sino que un funcionario totalmente alejado de los vaivenes partidarios  y reconocido en los ámbitos nacionales por su seriedad y objetividad en el trabajo que desempeña al frente del Insivumeh.

 «Se prevé que el fenómeno de La Niña se prolongue durante 2011 con lluvias extremas. En los próximos años seguirán prevaleciendo los extremos climáticos,» subrayó Sánchez cuando lo entrevistó el corresponsal de IPS, quien explica que La Niña se caracteriza por el enfriamiento de los océanos y el aumento de los vientos alisios, que viajan de este a oeste sobre la lí­nea del Ecuador, lo que provoca lluvias torrenciales, como las que acabamos de sufrir en semanas recientes y cuyos efectos permanecen.

Guatemala deberí­a prepararse para atender el hambre de millones de sus habitantes, sobre todo porque la situación actual podrí­a agravarse el año entrante a causa del cambio climático y por la fuerte dependencia del cultivo de granos. La población desnutrida aumentó de 15 % (1.4 millones de habitantes) en el perí­odo 1990-1992, a 21 % (2.7 millones de personas), como consecuencia de varios factores, entre los cuales el calentamiento global y la concentración de la riqueza en una codiciosa minorí­a de privilegiados, que se niega sistemáticamente a que se eleve la carga tributaria, una de las más bajas de Latinoamérica, agregado a la negligencia del Gobierno de encarar con energí­a y prontitud las causas y los efectos del cambio climático, aparejada con la falta de transparencia en el manejo de los recursos financieros, hasta en programas de cohesión social, de singular beneficio para las clases más necesitadas.

 (Con mi camarada Romualdo Tishudo presentamos nuestras condolencias a la Embajada de Argentina, por el fallecimiento del presidente Néstor  Kirchner, solidario estadista latinoamericano de pensamiento democrático).