México continuará viviendo una fuerte reactivación en 2010 y 2011, mientras que Chile debería seguir sus pasos a partir del segundo semestre de este año tras el terremoto y tsunami que afectó su producción, estimó el miércoles la OCDE en su nuevo informe sobre las perspectivas económicas de los países desarrollados.
La economía de México crecería 4,5% en 2010 y 4% en 2011, tras una contracción de 6,6% del PIB (Producto Interior Bruto) en 2009, según la OCDE, el club de los 31 países democráticos más ricos del mundo.
«La reactivación vigorosa de la actividad que se inició en el tercer trimestre de 2009 debería, según las previsiones, continuar en 2010 y 2011», indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollos Económicos en su capítulo dedicado a México.
Según el informe, «el vigor de las exportaciones es el resultado del aumento de la producción industrial en Estados Unidos y ha favorecido una recuperación de la actividad industrial y las inversiones de las empresas» en México.
Sin embargo, «la reactivación del consumo interno ha sido débil por el hecho de que la tasa de desempleo permaneció elevada, incluso tras haber retrocedido a fines de 2009, y los consumidores siguen siendo pesimistas».
Según la OCDE, el desempleo, que había subido a 5,5% en 2009, debería siturse en 5% en 2010 y 4,5% en 2011.
La lentitud del alza de la demanda interna o una reactivación más tímida de que previsto en Estados Unidos son los dos riesgos más grandes para las perspectivas de crecimiento de México.
Teniendo en cuenta esta coyuntura de exportaciones vigorosas y demanda interna morosa, la OCDE aconseja una «orientación presupuestaria prudente» para afrontar el «declive de la producción de petróleo», fuente de una parte significativa de los ingresos fiscales del país.
En cuanto a Chile, la OCDE prevé cifras sustanciales de crecimiento de 4,1% en 2010 y 5,3% en 2011, tras la recesión de 1,5% del PIB sufrida en 2009, en el marco de una situación económica muy perturbada por los devastadores sismo y tsunami que vivió el país andino a fines de febrero.
«El terremoto y tsunami que golpearon a Chile a fines de febrero interrumpieron la fuerte recuperación que había comenzado en el segundo semestre de 2009», señala en ese sentido la OCDE.
«Sin embargo, gracias a los esfuerzos puestos en marcha para la reconstrucción, el crecimiento económico debería experimentar una fuerte reactivación en el segundo semestre de 2010 y luego registrar una desaceleración», agrega.
Según la OCDE, Chile está bien preparado para financiar la reconstrucción de las zonas afectadas por el sismo y tsunami, cuyo monto se elevaría a unos 20.000 millones de dólares, es decir un 10% de su PIB, de los cuales la mitad serían aportados por el Estado.
Entre los riesgos que sobrevuelan la economía chilena, la organización con sede en París menciona tres factores: «Una reactivación de la economía mundial más débil de lo esperada, un impacto negativo más marcado y duradero del terremoto sobre la actividad y un plazo de reconstrucción más largo de lo previsto».