La manufactura en Estados Unidos creció ligeramente durante el mes pasado y las contrataciones en fábricas se incrementaron. Las modestas ganancias sugieren que la economía ha entrado al nuevo año con cierto impulso.
El Instituto de Gerencia del Suministro (ISM, por sus siglas en inglés) dijo ayer que su índice de actividad fabril se incrementó en diciembre a 50,7 puntos, por arriba de los 49,5 que se registraron en noviembre, la cifra más baja desde julio de 2009, un mes después que terminó la recesión.
Un registro por encima de 50 indica crecimiento, mientras que uno menor señala contracción. El ISM es un grupo comercial de gerentes de compras.
La medida del empleo creció el mes pasado a 52,7 unidades, por encima de las 48,4 registradas en noviembre, que fue la primera vez que la medición del empleo cayó por debajo de 50 en tres años.
Las fábricas han recortado empleos en tres de los cuatro meses hasta noviembre, según información del gobierno. El incremento en el empleo según el sondeo del ISM sugiere que los fabricantes han incrementado la contratación el mes pasado.
El Departamento del Trabajo da a conocer el viernes el reporte del empleo de diciembre.
Sin embargo, una medición de nuevas órdenes salió sin cambios y la producción creció más lentamente, descubrió el sondeo. Los fabricantes recortaron sus existencias, una señal de preocupación sobre la demanda futura.
«La tendencia en la producción permanece débil», dijo Jim O’Sullivan, economista en la firma High Frequency Economics, en una nota a sus clientes.
Este sondeo de producción, seguido muy de cerca por los analistas, fue completado antes de que el Congreso alcanzara un acuerdo para evitar el llamado «precipicio fiscal».
El acuerdo de último minuto aprobado el martes evita incrementos fiscales generalizados y posterga recortes más profundos del gasto. Esos dos riesgos podían empujar de nuevo al país a la recesión. Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses padecerán ciertos incrementos fiscales este año, lo que probablemente ralentizará el gasto del consumidor.
Las acciones se incrementaron inmediatamente después que abrió el mercado en respuesta al acuerdo del Congreso. El promedio industrial Dow Jones subió 233 puntos en las cotizaciones matutinas.
Una medición de las órdenes de exportación se incrementó sobre los 50 por primera ocasión en seis meses, de acuerdo con el sondeo de ISM. Esa es una señal esperanzadora de que las economías extranjeras mejoran, incrementando la demanda por los productos estadounidenses.
Un sondeo del lunes en China descubrió que la actividad de producción en ese país se expandió por tercer mes consecutivo. Eso se suma a la evidencia de que la economía está mejorando luego de frenarse el año pasado.
El crecimiento de la economía estadounidense es impulsado por otros sectores, como la construcción. Un reporte del gobierno mostró que las firmas de construcción invierten más en el desarrollo de viviendas en noviembre.
La economía creció a una tasa anual de 3,1% en el trimestre de julio a septiembre. Mucho mejor que el 1,3% del trimestre de abril a junio. Sin embargo, los economistas esperan que el crecimiento se desacelere en los tres meses finales del año a menos de 2%, en parte debido a la incertidumbre generada por la posibilidad del precipicio fiscal.