Creando culturas educativas


El Ministerio de Educación, por medio de la señora ministra, ingeniera Marí­a del Carmen de Fuentes, ha hecho gran alarde de que es necesario hacer o crear una Cultura de Evaluación (medición). Hay una gran diferencia entre la evaluación y la medición educativas, pero, no está demostrado en lo que dicen en las declaraciones emanadas del despacho.

Raymond J. Wennier

La medición educativa por medio de los exámenes estandarizados está mezclando dos conceptos totalmente diferentes. El primero es para «research» (investigación), como fue el estudio longitudinal de la muñeca, que implementó el doctor Roberto McVean en el Colegio Americano en los años de la década de los 70 para ver el crecimiento de los niños en las diferentes áreas de Guatemala. El otro es una prueba de rendimiento escolar de respuesta única, sin ver procesos, siendo contenidista/memorí­stica. Esta medición del siglo pasado demuestra el tipo de metodologí­a implementado en el aula. Este tipo de medición del rendimiento académico es negativo en el desarrollo del niño debido a que demuestra lo que no sabe porque tiene que ser adivinador de qué preguntas, sobre todo el contenido visto superficialmente para cubrir lo que dice el currí­culo, vendrán en el examen y no se evaluará ni el proceso ni los conocimientos que el niño ha adquirido de acuerdo a sus capacidades y habilidades únicas para cada quien. Hasta hay negocios «educativos» que preparan a los alumnos para tomar este tipo de pruebas. Estos exámenes fueron hechos con propósitos diferentes, en una época también diferente del siglo pasado. Nunca fueron diseñados para tomar decisiones sobre una POLíTICA EDUCATIVA y mucho menos para determinar la calidad educativa en un sistema nacional de educación. No fueron hechos para hacer «research». Hoy dí­a sabemos que el ser humano es mucho más complejo y que un examen estandarizado no es apropiado para juzgar los conocimientos ni las acciones de él.

Según el estudio de PREAL «Mucho por hacer», presentado por el señor rector de la Universidad Del Valle de Guatemala, Roberto Moreno, miembro de PREAL, organización que no deberí­a representar autoridad para la toma de decisiones sobre la Polí­tica Educativa Nacional, indica que los «resultados de las pruebas de rendimiento es MALO». Sin embargo, no mencionó que de acuerdo con informes de otros paí­ses, no importa cuánto se invierte en mejorar los resultados de los exámenes de rendimiento, NO ha habido mejorí­a durante los años que lo han hecho.

Suficiente con lo negativo y paso a sugerir acciones positivas.

El Ministerio de Educación deberí­a crear una CULTURA DEL DESEO DE ASISTIR A LA ESCUELA. ¡Eso serí­a positivo! Sin embargo, hay que reestructurar todo el sistema educativo para que esto pueda suceder. Esa filosofí­a educativa, dependerá de dos preposiciones: DEL y PARA. La primera es medición de cuántas respuestas puedan contestar correctamente y la segunda es cómo puede el proceso ayudar a los niños a aprender con éxito. El sistema educativo debe proveer un proceso educativo interesante, relevante, con pertenencia, respeto y ayuda PARA aprender con retroalimentación constante, en formas diferentes de acuerdo a como se han desarrollado las actividades educativas tomando en cuenta la individualidad de cada alumno. Así­, las escuelas, sus maestros y directores pueden demostrar a los niños que sí­ son capaces y que sí­ pueden tener éxito en primero y segundo grados de primaria y más adelante. Obviamente hay que tener en cuenta las formas más fuertes de la percepción de cada niño.

Creo que es más importante hacer lo anterior y así­ evitar la falta de equidad, la deserción y tanta repitencia existentes en la escuela y no provocarlas más mediante la aplicación de exámenes estandarizados que un alto porcentaje fallará. íšnicamente le estaremos diciendo a los alumnos: «No saben, no son capaces de pasar una prueba». ¿Qué pasará con su autoestima? De nuevo se demuestra la urgente necesidad de una reestructuración completa del sistema educativo guatemalteco para tener la posibilidad de lograr lo positivo en este punto. URGE CREAR una CULTURA DE QUERER ASISTIR A LA ESCUELA porque vale la pena, porque se aprende con felicidad, porque es un derecho y no llegar obligado porque no hay motivación.

Basta ya de tantos estudios, todos sabemos cuáles son las situaciones que hay que resolver en nuestro sistema de educación. Tengamos VISIí“N y hagamos de nuestra MISIí“N el propiciar una CULTURA PARA EL APRENDIZAJE.