Las Comunidades de Población en Resistencia de la Sierra (CPR-Sierra), organización base de Plataforma Agraria, celebraron 24 años de haber salido a luz pública, en el contexto del conflicto armado interno, que marcó la vida de cientos de familias del área Ixil.
Un comunicado de las CPR-Sierra, señala que fue en 1990 que se dio a conocer la existencia de estas familias, las cuales durante 14 años permanecieron alejadas del resto de población civil, en las montañas de Nebaj y Chajul, víctimas de persecución y represión en los años 80 durante el comienzo de tierra arrasada en el área Ixil durante el conflicto armado.
Las CPR fueron perseguidas y esos 14 años se mantuvieron huyendo entre las montañas, sufriendo hambre y muerte; el alto nivel organizativo les permitió sobrevivir en condiciones infrahumanas durante la guerra y ahora muchas de esas familias que vivieron estas atrocidades, han logrado obtener seguridad jurídica en sus tierras, lo que las motiva a seguir presentes en la lucha.
Domingo Álvarez, dirigente de la CPR-Sierra, destacó que después de 18 años de haberse firmado los Acuerdos de Paz, los gobiernos de turno no han reconocido a las Comunidades de Población en Resistencia como población civil, ni han reconocido que el Estado incurrió en represión y persecución armada contra estas comunidades.
Los problemas que dieron origen al conflicto armado están ahí, son latentes siguen afectando a la mayoría de la población, como los despojos y desalojos de las grandes empresas transnacionales; “quieren invadir nuestros territorios, están queriendo imponerse a nivel nacional”, anotó; Álvarez agregó que la militarización es otro de los problemas que viven.
Rolando Lemus de Plataforma Agraria, hizo una reflexión junto a los asistentes, sobre el acaparamiento de recursos que luego es llevado a otros países, manifestó que “la organización es la que hace que las luchas tengan fuerza” y que “nunca se olvidará la existencia de nuestros mártires que fueron asesinados y masacrados, se sigue la lógica de sus luchas porque se sigue viviendo en persecución y despojos”; antes la guerra era con armas y bombas, hoy es otra la modalidad, concluyó.