A Marion Cotillard, una de las actrices francesas más cotizadas en publicidad por su belleza, le gustaría pensar y actuar como un varón para la gran pantalla: «Tengo la fascinación de interpretar a un hombre, me parece imposible y eso me emociona», confesó hoy en Cannes la hermosa intérprete.
Especializada en papeles dramáticos, como el de los hermanos Dardenne que le ha traído hoy hasta el certamen, «Deux jours, une nuit», a Cotillard le gustaría que le propusieran hacer una película de acción o una comedia, géneros que disfruta como espectadora y en los que espera poder participar algún día. Al parecer, su colaboración en «The Dark Knight Rises» o «Inception» no fueron suficientes.
Imagen de una marca de alta costura, Cotillard (de 38 años) explicó que le gusta transformarse y espera que su belleza no constituya un obstáculo. «Pienso en Penélope Cruz en la película de (Sergio) Castellitto («Non ti muovere» ), que es muuuuuy complicado de interpretar». Es una de las mejores transformaciones femeninas «de todos los tiempos», aseguró Cotillard sobre el cambio de imagen que sufre la española en el metraje. «Lo que hacen con ella es repugnante», remató.
Luciendo un vestido corto de pedrería, Cotillard comentó asimismo que no piensa en premios, que es una suerte de autodefensa. Pero «cuando llega un premio me alegra mucho», agregó la ganadora de un Oscar por encarnar a Edith Piaf en «La vie en rose» (2007).
Ese Oscar, añadió, abrió la puerta a muchos proyectos. Los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne la convierten en una mujer frágil, que está saliendo de una depresión cuando recibe la noticia de que la empresa para la que trabaja la va a despedir para que el resto de empleados pueda cobrar una prima. Tiene tan sólo dos días para intentar hacer cambiar de opinión a sus compañeros.
Este alegato por la solidaridad que firman los Dardenne ha recibido una buena acogida en Cannes, donde la actriz estuvo muy cerca de llevarse el premio a la mejor interpretación hace dos años por «De rouille et d’os», de Jacques Audiard.