Pendientes del resultado del referéndum sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que se celebrará en octubre, las autoridades costarricenses se han quedado al margen del proceso de Unión Aduanera centroamericana, imprescindible para negociar un acuerdo de asociación con Europa.
«Respetamos esta decisión. Es muy lógica y muy normal», declaró a la AFP el representante de la Unión Europea (UE) en Costa Rica, Tomás Abadía, saliendo al paso de la decisión de los costarricenses de abstenerse de firmar por el momento el documento que establece el marco jurídico de la Unión Aduanera.
El documento, adoptado la víspera en la capital guatemalteca por Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras, es un requisito establecido por la UE para empezar a negociar el acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Europa comunitaria.
La Unión Aduanera centroamericana contempla la regulación del comercio de la región, que incluye aranceles y aduanas, así como la armonización de las reglas de los países firmantes y el fortalecimiento institucional.
Este jueves y viernes se analizará en Bruselas dicho documento entre los representantes de los dos bloques, tras lo cual, los europeos podrían dar la luz verde para establecer las modalidades y la agenda de las futuras negociaciones.
Según Abadía, los cuatro países centroamericanos, que «han ayudado mucho a Costa Rica», al no fichar fechas ni crear ninguna institución supranacional, «han dejado la puerta abierta» a la incorporación de este país así como de Panamá, que todavía no ha decidido si participará en el acuerdo de asociación con la UE.
El TLC con Estados Unidos, que ya ha entrado en vigor en los países centroamericanos, tiene que pasar en Costa Rica por otra prueba, además del referéndum.
El 12 de julio la Sala IV del tribunal constitucional costarricense se pronunciará sobre la constitucionalidad del mismo.
El ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio Ruiz, aseguró a la AFP que el compás de espera adoptado por Costa Rica no tendrá «ninguna consecuencia» en el proceso con la UE.
La «trascendencia» y las «implicaciones importantes» del referéndum, el primero que realizará el país centroamericano en su historia, han sido comprendidas por la UE, según el ministro.
Dado el interrogante que pesa sobre Costa Rica, que responde por el 60% del comercio de Centroamérica con la UE, y el periodo de vacaciones que se inicia en Europa, es poco probable que las negociaciones se inicien antes de octubre.
En ese caso, Costa Rica aspira a albergar la primera ronda de este acuerdo que prevé además del componente comercial, otro político y de cooperación económica.
Nadie quiere pronunciarse por el momento sobre qué ocurrirá si los costarricenses rechazan el TLC con Estados Unidos.
«Entonces veremos cómo nos planteamos la cuestión», dijo Abadía.