Costa Rica aspira a albergar la refinería de petróleo regional, valorada en 7 mil millones de dólares, prevista en el Plan Puebla Panamá (PPP) impulsado por el gobierno de México, según declaraciones del ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, Roberto Dobles, publicadas hoy.
Si logra su propósito, la refinería quedaría situada en el municipio de Barranca, provincia de Puntarenas, a unos 100 kilómetros al oeste de la capital costarricense.
Hasta ahora, sólo Guatemala y Panamá se han mostrado interesados en albergar esa moderna obra que procesaría al día 360 mil barriles de crudo, 230 mil de los cuales van a provenir de México.
Según Dobles, la cercanía de Barranca con tres puertos existentes en esa zona pacífica y con el oleoducto cercano lo convierten en el lugar ideal para la instalación de la refinería, cuyo producto final será destinado principalmente a California, Estados Unidos.
Además de la refinería, que generará unos mil 500 empleos y cuya construcción está prevista a partir de 2008, se levantará una planta de generación geotérmica valorada en mil millones de dólares.
El Instituto Mexicano de Petróleos y el Programa de Integración Energética Mesoamericana (PIEM) son los entes que designarán a las compañías que asumirán las operaciones de la refinería, las cuales se conocerán este miércoles.
El próximo 11 de diciembre, los países competidores deberán enviar a las compañías operadoras seleccionadas las condiciones e incentivos así como las ventajas comparativas que ofrecen.
La decisión de que sean las compañías operadoras de la refinería las que elijan al país sede fue adoptada en una cumbre de mandatarios centroamericanos, Colombia, México y República Dominicana, celebrada en junio pasado.
El PIEM es un programa que impulsa Centroamérica, Colombia, México y República Dominicana, con el fin de desarrollar una refinería de alta conversión de crudos para suplir el consumo regional de combustibles y observar la posibilidad de exportarlos a otros mercados.
El PPP es una iniciativa del presidente mexicano Vicente Fox, que enlazará los estados más pobres del sur de México con Centroamérica y Panamá, mediante el desarrollo de proyectos de infraestructura e hidroeléctricos, entre otros.