Costa Rica asumió ayer la Presidencia rotativa del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en medio de una profunda crisis regional por el golpe de Estado en Honduras, que llevó a tres países del grupo a suspender temporalmente el comercio con Tegucigalpa.
El presidente costarricense Oscar Arias sustituyó a su colega nicaragí¼ense Daniel Ortega a la cabeza del bloque regional por este semestre, mientras el proceso integracionista enfrenta su prueba más difícil desde su formalización en 1993.
Arias, quien recibió el domingo, en San José, al derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya, insistió».
«Tuvimos la oportunidad de conversar sobre el tema hondureño todos los presidentes que atendimos este traspaso de poder (en Panamá) y todos coincidimos en que es inaceptable un golpe de Estado por el efecto dominó que podría tener eventualmente en nuestro hemisferio», declaró Arias.
«Todos coincidimos en que lo más prudente es que la Organización de Estados Americanos abra el camino para que pueda regresar el presidente Manuel Zelaya a su país, tal vez este fin de semana, ya sea sábado o domingo, y adquirimos un compromiso de ejercer toda la presión necesaria para ver si es factible el que se le restaure como presidente», añadió Arias, según un comunicado del gobierno.
Arias presentó el lunes, en Managua, un plan de trabajo para el SICA que contempla la conclusión de las negociaciones de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE), bloque que este miércoles suspendió la próxima ronda de conversaciones con Centroamérica debido al golpe en Honduras.
Una prolongación de la crisis en Honduras impediría continuar el proceso, pues aun cuando los otros países centroamericanos quisieran seguir negociando, la UE tiene un mandato para negociar con el bloque en conjunto, explicó la viceministra de Comercio Exterior costarricense, Amparo Pacheco.
Guatemala, El Salvador y Nicaragua cerraron por 48 horas el comercio con Honduras para presionar por el retorno de Zelaya al poder.