Cortina de humo


Traslado. Policí­as colombianos trasladan a guerrilleros.


Dirigentes del Polo Democrático (izquierda) de Colombia calificaron hoy como una «cortina de humo» el traslado a una cárcel de alta seguridad a los dirigentes paramilitares, en momentos en que se investigan los nexos de esos grupos de ultraderecha con polí­ticos oficialistas.

La Corte Suprema de Justicia investiga al menos a nueve congresistas de la coalición de gobierno por sus relaciones con las AUC y ha ordenado la detención de tres de ellos. En las mismas pesquisas la fiscalí­a ordenó la detención de una ex parlamentaria y el ex embajador en Chile, Salvador Arana.

El senador del Polo, Iván Moreno, dijo que el presidente ílvaro Uribe está «creando una cortina de humo para esconderse de su responsabilidad» en el escándalo.

«Uno no puede dejar de sospechar que hay gato encerrado, a lo mejor le está dando una vuelta al tornillo para que estos señores no vayan a hablar», dijo por su parte Antonio Navarro, ex candidato presidencial del Polo, que este sábado concluye en Bogotá su congreso nacional.

El senador de esa coalición Gustavo Petro, señaló que si bien se le habí­a pedido al presidente Uribe enviar a los jefes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a «una verdadera cárcel», no deja de ser sospechoso que la decisión se haya tomado después que esos lí­deres anunciarán su disposición a decir «toda la verdad» sobre sus nexos con polí­ticos.

«En el gobierno hay gente que teme la verdad. Esperamos que los paramilitares tengan la suficiente sensatez, por lo menos ahora, para que a través de la confesión plena y veraz a la fiscalí­a contar todo», señaló Petro, cuyas denuncias destaparon la relación entre congresistas y las AUC en la costa norte de Colombia.

Un total de 59 paramilitares, entre ellos 13 de sus más importantes jefes, fueron trasladados el viernes de un centro vacacional adaptado como reclusión a la cárcel de alta seguridad de Itagí¼í­ (noroeste), por orden del gobierno que alegó tení­a informaciones sobre planes de fuga.

Los jefes paramilitares, tras resistirse inicialmente al traslado, aceptaron luego, aunque dijeron a la prensa que el gobierno los habí­a «traicionado».

Wilson Borja, representante a la Cámara (baja) señaló que el gobierno «teme que la verdad salga de allá y quieren tenerlos seguros, pero es una cortina de humo».