El magistrado José Arturo Sierra González fue electo como el nuevo Presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Organismo Judicial, para el período 2013-2014. Por fin, el imaginario colectivo de la población guatemalteca supo del humo blanco en la CSJ, cuando los 13 Magistrados integrantes de la Suprema Corte, decidieron resolver el impasse que desde el 13 de octubre los mantuvo empantanados.
Luego de 56 rondas de votación, los 13 Magistrados decidieron por 11 votos a favor y 2 abstenciones, o sea, por mayoría absoluta del pleno, elegir como Presidente del Poder Judicial del Estado al Abogado Sierra González, hasta ayer Magistrado XI y miembro de la Cámara de Amparos y Antejuicios.
Por primera vez después de la firma de los Acuerdos de Paz, el sistema de administración de justicia guatemalteco está presidido por un jurista probo, independiente, respetuoso del Estado de Derecho, con una vasta experiencia acumulada en el Organismo Judicial, acreedor de una sólida e intachable carrera profesional, académica y judicial. Sierra González es graduado de la Universidad de San Carlos, Secretario y catedrático a tiempo completo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, especializado en Derecho Penal, Director del Departamento Jurídico de la misma Universidad. En representación de esa casa de estudio superior, fue Magistrado y Presidente de la Corte de Constitucionalidad.
El ahora Presidente de la CSJ, inició la carrera judicial a mitad de los años sesenta del siglo pasado como Comisario en un Juzgado Penal, luego ocupó los otros cargos hasta asumir la judicatura. Ha sido Juez y Magistrado de las Cortes Suprema y de Constitucionalidad. Asimismo fue Presidente del Colegio de Abogados. A los méritos anteriores, hay que agregar los deportivos y artísticos, pues Sierra González también se ha distinguido en el karate y en maratón, además de la diestra maestría con la que sabe tocar la guitarra.
Sin duda en el Organismo Judicial, hay Jueces y Magistrados probos (no todos) que actúan con ética y apego a las leyes, esos son los funcionarios judiciales valiosos, que mantienen independencia de los poderes fácticos y encubiertos, que no se dejan chantajear ni influenciar por intereses personales, son la clase de funcionarios que por encima del interés individual combaten la impunidad, hacen prevalecer la justicia, contribuyen a la construcción de la Paz y a la consolidación de la incipiente democracia.
Guatemala y su sistema judicial débil y desprestigiado, necesitan funcionarios de calidad, profesionales éticos, Jueces y Magistrados de calidad que no sean lacayos de las élites oligarcas, de la derecha contrainsurgente y tampoco de los militares. Esos son los funcionarios que con su actuación independiente, hacen que la población recupere la confianza en las instituciones y en la administración de la Justicia.
El recién estrenado Presidente de la Corte Suprema de Justicia, representa ese paradigma en el que descansa el delicado trabajo de derrumbar el muro de la impunidad, de administrar Justicia pronta y cumplida y de hacer efectivo y vigente el Estado de Derecho.
El Organismo Judicial al igual que todo el aparato del Estado, están permeados por mafias del crimen organizado, de violadores de derechos humanos y de narcos, por eso es lamentable que debido al juego de intereses y a la lucha de poderes que rodean este tipo de cargos, el tiempo que le corresponde a Sierra González ejercer la Presidencia del Organismo Judicial, se reduzca a 10 meses, pues según la Ley, tiene que entregar en octubre del 2014. No obstante la anterior limitación, saludo la elección del Magistrado Sierra y deseo que la gestión que le toca cumplir como Presidente del Poder Judicial, sea exitosa y sobre todo de mucho provecho en aras de fortalecer los valores de la Justicia y la Paz que tanto necesitan el país y la sociedad.