Corte Suprema avala demanda a laboratorio Wyeth por efecto secundario


La Corte Suprema de Estados Unidos dio un golpe ayer a la industria farmacéutica, al darle la razón a una mujer que desea demandar al laboratorio norteamericano Wyeth por haber resultado amputada tras un efecto secundario de un medicamento contra la náusea.


En una decisión de seis jueces contra tres, la Corte autorizó a Diana Levine a demandar a Wyeth ante un tribunal en Vermont (noreste), por no proveer suficientes advertencias respecto a los efectos secundarios peligrosos de un medicamento.

Esta música habí­a sido amputada del antebrazo derecho en 2000 tras recibir, por ví­a intravenosa, una inyección de Phenergan, un medicamento contra la náusea.

Los jueces confirmaron la decisión del tribunal supremo de Vermont según la cual el laboratorio «no proporcionó una advertencia suficiente contra este riesgo» y debe «pagar daños e intereses a Levine para compensar la amputación de su antebrazo».

Estos daños pueden alcanzar 6,7 millones de dólares.

Con esta decisión, la Corte abre la ví­a a miles de procesos judiciales en Estados Unidos, donde hay varios casos colectivos contra laboratorios farmacéuticos, acusados de que las advertencias del medicamento no indican de forma suficientemente clara la potencialidad de un peligro.

Esto podrí­a significar millones o, según el abogado de Levine, «miles de millones de dólares» para este poderoso sector industrial.

En el caso de Levine, el médico habí­a decidido proceder por ví­a intravenosa porque la inyección por ví­a intramuscular, recomendada en el prospecto, se reveló ineficaz para aliviar los dolores de la paciente.

La operación falló y parte del medicamento pasó a la arteria, provocando una gangrena en la mano y el antebrazo. «Incluso un médico aplicado y experimentado corre el riesgo de introducir el Phenergan en una arteria», señaló la Corte Suprema en su decisión.

Es sobre este argumento que se apoya Levine para entablar su demanda contra Wyeth.

Tras haber obtenido más de 700.000 dólares por daños de parte de la clí­nica que procedió a la inyección, la mujer estima que la empresa farmacéutica deberí­a prohibir que se inyecte Phenergan por ví­a intravenosa, aunque este uso esté aprobado por la FDA (la agencia que regula los medicamentos), que señaló que el prospecto debe indicar sólo que la ví­a intramuscular es preferible.

Levine defiende este argumento en nombre del principio del equilibrio entre los beneficios y los riesgos de un medicamento, que preside las decisiones de los cientí­ficos de la FDA.

Según Wyeth, la aprobación del Phenergan por parte de la FDA, un órgano federal, y la mención en el prospecto de que proceder a la inyección por ví­a intramuscular es lo preferible, protege a la firma suficientemente contra toda demanda de responsabilidad civil.