¿Corrupción, hipocresí­a y mentira?


Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

El señor Vicepresidente por algún motivo especial en un discurso calificó a la sociedad guatemalteca de corrupta, hipócrita y mentirosa. Hace unas semanas principié a tratar el tema de la corrupción en las entidades del Estado, tomando como referencia el caso de España, y un análisis de Belisario Baltasar y cuatro profesionales, un lector me escribió sobre lo que Lázaro llama la Hipocresí­a Social y su ponencia versa sobre que ésta se da en todos los niveles de la sociedad, a lo que le respondí­ positivamente. Tomando en cuenta que el Vicepresidente nos califica como lo hace, vale la pena retomar el tema. Estas particularidades las podemos encontrar en cualquier grupo social, pero no la generalidad, ahí­ creo con todo respeto se equivocó el señor Vicepresidente, analicemos como ejercicio algunos grupos, 1) Los funcionarios públicos, solamente es necesario abrir cualquier diario, para corroborar el grado de corrupción en este segmento, aunque falta mucho por conocer, ya que la corrupción en las instituciones del Estado está enquistada en las mismas, su hipocresí­a es evidente cuando escuchamos mensajes en defensa de ciertos sectores, por ejemplo mujeres, de parte de personajes para quienes las mujeres son solamente objetos de satisfacción sexual, la mentira es parte del diario vivir del 99% de los funcionarios públicos pues mienten constantemente, lo cual hace que ellos se crean sus propias mentiras, desdibujan la realidad, naturalmente la población percibe esta mentira social, y ya no cree en sus palabras, por eso es difí­cil, aunque hay excepciones que un ex funcionario público goce de alta estima en la población 2) Las iglesias de todas las religiones, allí­ también hay grupos corruptos por ejemplo pedir un diezmo para edificar magnas construcciones cuando Jesucristo predicó en la humildad, y vender ilusiones de un paraí­so eterno o pedir donaciones a cambio de la supuesta cura de enfermedades, y la hipocresí­a, ¿No es hipocresí­a pregonar la castidad y cubrir relaciones homosexuales y el delito de pederastia, cuando si se tienen esas debilidades lo mejor es renunciar antes de desacreditar a una institución tan importante como la Iglesia, en cualquiera de sus religiones? 3) Los llamados grupos de la sociedad civil, que se mantienen señalando con el dedo acusador sin pruebas, cuando dentro de ellos mismos no existe autodepuración, y viven de presentar informes sobre la pobreza, las violaciones a los DD.HH., pero, ¿Dónde está el producto de su trabajo de años, cuando Médicos Sin Fronteras reportan más de 100 mujeres violadas al mes, cuando la pobreza consume a la población, no existe justicia pronta y cumplida, los delincuentes matan diariamente hasta veinte guatemaltecos honrados? En más de diez años que tienen la mayorí­a de los llamados grupos organizados nos gustarí­a como verdadera sociedad civil, constituida por la población, saber ¿Cuándo vamos a ver resultados reales y concretos de las donaciones recibidas? Un informe no es una respuesta. La Hipocresí­a Social dentro de estos grupos es patente, todos tienen como caballito de batalla los DD.HH. y la Justicia, pero ¿Cuándo han enfrentado de cara a los violadores de los derechos de los que viven, cuándo han estado combatiendo de frente la corrupción dentro del sistema de justicia? No es solamente el señalamiento sin fundamento de unos cuantos, la justicia es otra cosa, no como ellos la han interpretado, el resultado está allí­ visible, en todos estos años no existen avances reales en la aplicación de justicia en Guatemala, el hecho que se encuentren en la cárcel unos cuantos ex funcionarios no es justicia, justicia es que no existan delincuentes de cuello blanco, o delincuentes comunes matando y robando, pero eso no se percibe, y la mentira, se miente cuando el discurso es totalmente diferente a la realidad, y es doloroso leer y escuchar informes que no concuerdan con nuestra situación, al existir tantas necesidades incumplidas, el resultado es el aumento de la delincuencia, por eso vuelvo a preguntar ¿Dónde está el producto si estamos peor que hace diez años? 4) La clase polí­tica que no hace gobierno, existen casos comprobados de corrupción, tanto en los que han ejercido la función pública como de los que no han llegado a ella, como en todo grupo hay excepciones, el problema es cuando se convierten en decepciones, porque no existe fiscalización de los recursos con los que cuentan estos grupos, la ley es muy amplia en ese sentido y deja un margen tan extenso a la adquisición de fondos, que no se descarta que grupos delincuenciales tengan cuotas en muchos de nuestros partidos, en relación a la hipocresí­a, todos se presentan con una diferencia sustancial entre su vida privada y la pública, en este sentido el llamado «Fenómeno Clinton» es una referencia valiosa, ya que él fue juzgado por mentir, la mentira es parte de esta Hipocresí­a Social de los polí­ticos, tan evidente es que son pocos los que no son considerados mentirosos.

El doctor Espada abrió una ranura, en nosotros está abrir la puerta, la mejor forma es realizar un autoanálisis muy crí­tico de quiénes somos, quitémonos la careta, y reconozcámonos, si podemos cambiar hagámoslo, si no, no dañemos más a una sociedad enferma de desesperanza, tengamos presente que entre el Deber Ser y el Ser no debe existir un divorcio, sino una comunión, si somos capaces de reconocer las diferencias, y de existirlas disminuirlas sustancialmente, seremos capaces de cambiar la realidad que hoy nos llena de angustia y desilusión, los invito a todos, a usted también doctor Espada.