En un libro que publiqué en Guatemala en 2012, sostengo que, por ser defectuoso, el Acuerdo Especial de 2008, por el que Guatemala y Belice decidieron llevar su diferendo a la Corte de La Haya, bien puede ser rechazado, total o parcialmente, por ella. Apoyo esta opinión en numerosos argumentos, basados en fallos de la Corte, observaciones de uno de sus presidentes y obras de especialistas. Dicha opinión la amplía un artículo publicado en la revista Espacios Políticos de la URL.

Sin embargo hasta la fecha nadie ha respondido adecuadamente a mis tesis.

¿Podrá negarse que, en principio, toda institución que recibe una solicitud deba rechazarla si ella viola reglas fundamentales aplicables? Si, por ejemplo, solicito una licencia de conducir pero sin dejarme tomar la foto reglamentaria, mi solicitud debe ser rechazada. Obviamente y como se desprende, en particular, de la ordenanza que, en enero de 1982, dictó la Corte en el caso Canadá/ Estados Unidos, lo dicho se aplica plenamente a ella. (La ordenanza figura en el sitio web de la Corte.)

La principal de mis razones para sostener que la Corte bien pudiera, en todo o en parte, rechazar el Acuerdo Especial consiste en que una solicitud que se le hace en el mismo no define un elemento esencial del diferendo con la precisión mínima requerida. Se trata de la solicitud de que la Corte “determine… toda y cualquier reclamación legal de Guatemala… sobre territorios continentales” de Belice, sin más. Al exponer, en mi libro, las bases de ese requisito de precisión mínima, expreso dudas sobre si la frase citada lo cumple.

¡Ojalá alguien, sobre todo el Gobierno, intentara, con la seriedad necesaria, rebatir mis tesis! Para ello debe demostrarse o que dicho requisito no existe, o que la frase citada sí es suficientemente precisa, demostrándose además que, al ver en el Acuerdo Especial otras fallas que también pudieran motivar su rechazo, estoy errado. En ese contexto merece particular atención mi opinión fundada en varios argumentos, de que nos es perjudicial la solicitud hecha a la Corte en el Acuerdo Especial respecto de delimitación marítima.

No obstante, me agradaría que el Acuerdo Especial alcance vigor y llegue así a la Corte. Me interesaría mucho en efecto conocer su reacción al mismo, que asentaría jurisprudencia.