La prensa matutina cita la expresión de varias de las seguidoras de Sandra Torres de Colom frente a la Corte Suprema de Justicia para presionar a los magistrados a fin de obligarlos a admitir el Amparo, y dice que coreaban que de lo contrario “Correrá sangre…â€
Por supuesto que nos dirán que se trata de gritos espontáneos y no orquestados, como dijo Ríos Montt cuando sus huestes sembraron terror en la ciudad de Guatemala el célebre Jueves Negro, porque para variar los políticos no asumen responsabilidad por las acciones que inducen en sus seguidores y siempre terminan lavándose las manos, pero nadie puede ocultar que se trata de un plan orquestado para iniciar una política de terror que, seguramente, se va a complicar más de lo que los mismos promotores se imaginan.
Se les irá de las manos la situación porque una vez iniciada la violencia es imposible ponerle límites y refrenarla a discreción. Cuando las turbas arrancan, no hay nada que pueda contenerlas y eso lo deben tener bien claro los promotores de estas acciones que ya están apuntando a estallidos de violencia. Es lamentable que el Gobierno y el partido oficial, como en los tiempos de Portillo, se hagan los locos ante la amenaza seria a la paz y la estabilidad en el país.
El caso está sometido a la jurisdicción de los tribunales y debiera dejarse a los jueces hacer su trabajo conforme a la práctica ordinaria de ley. Pero la coacción violenta, con esa impertinente afirmación de que va a correr sangre, es una clara advertencia de que las huestes están ya indoctrinadas para actuar en caso de que las resoluciones no sean del agrado de la dirigencia del oficialismo.
Advertidos, gracias a esas amenazas brutales de que harán correr más sangre en el país, como si no fuera suficiente la que ha dejado correr este gobierno a lo largo de los últimos tres años y medio, es imperdonable que no se haga nada y no se formule una advertencia enérgica en contra de quienes con total desfachatez están ya diciendo que recurrirán a la violencia en el caso de que el sistema legal no les ofrezca lo que están pidiendo.
Tenemos la creencia de que en esta ocasión puede ser algo muy grave dada la polarización existente en el país y la forma en que se ha vuelto a sembrar el planteamiento de la lucha de clases como argucia para capitalizar el respaldo de la población con mayores necesidades económicas, estrategia que, de ser ciertas las encuestas, no funcionó en absoluto porque fuera de los grupos violentos que ya amenazan la paz social, no hay en realidad un masivo movimiento pro oficialismo.
Minutero:
Ya estamos advertidos
que van a usar la violencia;
se marca así la tendencia
hacia días bien jodidos