Correo postal fenece ante avance de la internet


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En el buzón de la casa de vez en cuando llega una carta o una tarjeta, pero no mucho más. Llegan masivamente panfletos publicitarios, facturas, revistas y catálogos.

Por RANDOLPH E. SCHMID

Pero una carta personal, quizás una cada dos meses.

Lo que ocurre es que la correspondencia ha sido sustituida por el correo electrónico y los mensajes por Twitter, Facebook y similares.

«En el futuro, lo que eran las cartas de amor antiguas ya no se encontrarán en cajas en los áticos sino en el internet y las podrá leer quien lo desee», dijo Webster Newbold, profesor de Inglés en la Universidad Estatal Ball en Muncie, Indiana.

En 2010, el hogar tí­pico recibió una carta personal cada siete semanas, según el estudio-encuesta que efectúa cada año el Servicio Postal. Todaví­a hasta 1987 —fecha relativamente reciente— llegaban a los buzones dos cartas por semana, sin incluir tarjetas de felicitación o invitaciones.

La situación actual es muy distinta a la de los primeros dí­as de Estados Unidos. Cuando Benjamí­n Franklin estuvo a cargo del correo, las cartas uní­an a los estadounidenses que geográficamente se encontraban distantes unos de otros.

«Hoy si escribo, es sólo a mi madre; y un mensaje breve», dijo el coordinador de programas lectivos Andy Aldrich, quien vive en Vienna, Virginia.

Aldrich dijo que cada cuatro meses enví­a a su madre una carta escrita a mano. Con esa salvedad, él se comunica con otros parientes principalmente por correo electrónico, mensajes de texto y Skype.

Bob Cvetic, de Waldorf, Maryland, especialista en salud en una corporación policial, aseguró que los medios diferentes de comunicación tienen propósitos distintos.

«Los correos electrónicos son una cosa rápida», dijo. «Las cartas son cartas. Cuando escribo una carta a un amigo es un mensaje personal. Serí­a impropio el enví­o de un correo electrónico que diga ‘hola, lamento saber que perdiste a tu padre»’.

Mike Stanley, de Silver Spring, Maryland, dijo que utiliza el Servicio Postal principalmente para el pago de recibos. En agosto, le envió una tarjeta de cumpleaños a su hermana. «No enví­o cartas. Utilizo el celular o el correo electrónico», dijo. «Es más rápido».

Incluso los pagos de los recibos por correo como hace Stanley ya no es la norma, y según el Servicio Postal, «por primera vez, en 2010, menos de 50% de todos los recibos fueron saldados por correo».

El Servicio Postal dijo que la declinación en el número de cartas escritas se debe «principalmente a la adopción del internet como el medio favorito de comunicación».

La pérdida del correo lucrativo de primera clase es sólo uno de los aspectos de las dificultades financieras de la entidad debido al pago de recibos por internet y la declinación de otros servicios postales.

El Servicio Postal afronta este año pérdidas por 8 mil millones de dólares o más.

Sin embargo, quizá alcanzará un valor incalculable lo que la gente del futuro pierda en cuanto a lo que conozca de nosotros en la actualidad.

En los inicios del correo se enseñaba formalmente el «arte» de escribir cartas, explicó Newbold.

«Las cartas eran el medio favorito de comunicación entre los individuos e incluso eran importantes en las comunidades, debido a que se compartí­an, se leí­an en voz alta y se publicaban», apuntó.

«Las cartas cumplí­an la función cultural que cumplen hoy las revistas académicas, reseñas de libros, revistas, documentos legales y empresariales, mensajes diplomáticos, etc. Por supuesto que también eran importantes en un sentido más í­ntimo, entre familias, amigos cercanos, amantes y pretendientes para iniciar y preservar relaciones personales y mantener vivos los ví­nculos cuando la distancia era un obstáculo real e insuperable».

«Es muy prematuro decir con toda certeza si las personas utilizan el correo electrónico, los mensajes por textos, Twitter, Facebook y similares en la misma forma como antes lo hicimos con las cartas; quizá las personas utilizan cada uno de estos medios en forma distinta; algunos de estos medios propician el acercamiento de las personas así­ como los intercambios amistosos o í­ntimos. Al parecer el correo electrónico es el medio más similar al enví­o de cartas», afirmó Newbold.

Sin embargo, Aaron Sachs, profesor de Estudios e Historia de Estados Unidos en la Universidad de Cornell, dijo que «una de las ironí­as para mí­ es que todos dicen que los medios electrónicos acercan a las personas, pero creo que como medio termina separándonos más. Ya no tenemos la intimidad de cuando í­bamos al ático y leí­amos las cartas de la abuela».

«Parcialmente me gusta ser historiador por la experiencia sensorial que nos causa tener en frente documentos antiguos» y cartas, dijo. «A veces, cuando me preguntan a qué me dedico, respondo que a leer el correo de otras personas».

«La escritura de cartas es un aspecto de la identidad de las personas», agregó. «Antes, cuando se escribí­a una carta se hací­a para una persona particular, y las personas contaban cosas muy í­ntimas».

Hoy con la exposición pública de medios como Facebook, las personas quizá no dicen lo mismo, apuntó. Cuando las personas difunden sus mensajes en los medios digitales «es una manera muy distinta de compartir».