El presidente ecuatoriano Rafael Correa será el primer mandatario que se separa de su cargo para participar en una campaña política, porque necesita apuntalar las candidaturas de su partido, opinaron analistas consultados por The Associated Press.
Correa no está obligado a pedir una licencia para poder postularse a la reelección, «pero lo ha hecho porque seguramente conoce que la brecha en la intención de voto entre su partido y las demás candidaturas no es muy grande», sostuvo el politólogo Santiago Basabe.
«Es una decisión muy difícil, pero Correa necesita a ser candidato el 100 por ciento de su tiempo y recorrer el país para apuntalar su candidatura y la de sus asambleístas», opinó.
La Asamblea Nacional (parlamento) tratará en las próximas horas el pedido de licencia presentado por Correa el pasado 19 de diciembre para participar en la campaña política que iniciará el próximo 4 de enero.
La licencia tendría vigencia entre el 15 de enero y el 14 de febrero de 2013 y en ese lapso Correa sería reemplazado por el vicepresidente Lenín Moreno.
La asambleísta de oposición Diana Atamaint dijo que «seguramente la licencia será aprobada con los votos del oficialismo y de los independientes».
«No cambia nada. La publicidad oficial seguirá. Correa podrá utilizar recursos del Estado y no habrá equilibrio con respecto a los otros partidos políticos», agregó.
El politólogo Jorge León señaló que Correa no dejará efectivamente el poder «porque seguirá siendo presidente».
«Podrá utilizar su seguridad, el transporte y algunos otros recursos del Estado porque sigue en su cargo y todo el aparato del Gobierno seguirá igual. La presencia del vicepresidente Lenín Moreno será figurativa», señaló.
«Una licencia le da más libertad de acción, porque puede dedicarse a tiempo completo a ser candidato, demostrar que podría ganar sin estar en la Presidencia y apuntalar a su partido político. Es una ventaja», opinó.
En la historia de Ecuador, sólo dos presidentes anteriores buscaron la reelección: Juan José Flores en 1843 y Gabriel García Moreno en 1869. Las constituciones ecuatorianas posteriores no permitían la reelección, pero eso cambió con la actual Carta Magna aprobada en 2008.