El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, no descarta aspirar a un segundo mandato en las elecciones de 2012, aunque aseguró que estaría dispuesto a retirarse sin problema, si hubiera otro candidato mejor preparado que él.
«Si fuera por mí, si alguien pudiera tomar el relevo, yo no me presento. Hay gente que nos quiere presentar como ávidos de poder y yo lo que quiero es sacar a mi país adelante», aseguró, en una entrevista con la AFP en Caracas.
«Si alguien lo puede hacer mejor que yo, me puedo ir con la satisfacción del deber cumplido pero obviamente tengo una responsabilidad con los centenares de miles de ciudadanos que represento», agregó.
Hasta el final de su mandato, el presidente ecuatoriano consideró que su gran desafío será lanzar algunas obras de infraestructura fundamentales como la refinería del Pacífico, proyecto conjunto con Venezuela, la central hidroeléctrica Coda Codo Sinclair y el proyecto de corredor comercial entre la ciudad ecuatoriana de Manta y el puerto de Manaus, en Brasil.
Sobre la oposición ecuatoriana, Correa aseguró que hay una parte de sus detractores que sólo quieren «desestabilizar al gobierno y tumbar al presidente» en lugar de construir basándose en la crítica.
«No podemos permitir que inmovilicen al país y que se actúe con irresponsabilidad. No es la oposición como se conoce en Europa, son mafias que tienen que ser superadas por el bien de nuestra América», aseguró.
En esta misma línea aseguró que la prensa ecuatoriana se ha convertido en un poder sin contrapoder, que se debe regular sin por ello mermar la libertad de expresión.
«No es sano para la democracia que haya un poder tan descaradamente politizado como los medios de comunicación vinculados a los poderes fácticos que no tengan adecuada regulación», concluyó.