Al ahora alcalde electo lo acompañan síndicos, concejales, síndicos suplentes y no sé qué personajes más. Además ellos son los integrantes de la nueva corporación municipal.
Y la mayoría de dichos concejales y síndicos son del partido oficial, eso quiero decir que el nuevo alcalde cuenta con la mayoría de votos en el consejo municipal a la hora de aprobar algo importante para el municipio, dichos concejales y síndicos son los personajes que financiaron toda la campaña política del nuevo jefe edil. Y ahora buscan de alguna manera recuperar dicha inversión y recibir las ganancias de la financiación de la campaña política, la mayoría de ellos piensan que llegar a la corporación municipal es sinónimo de dinero, que es una oportunidad de hacer contratos fáciles e ilícitos, de ganarse el dinero a costillas del pueblo.
Pero dejando todo esto de las nuevas autoridades, cada uno de ellos tiene atrás gente que anduvo con ellos en cada uno de los mítines políticos, que era la gente incondicional que los acompañó a todos lados, era esa gente que cargaban las grandes pancartas de las fotos de los candidatos bajo aquel sol quemante, era esa gente que gritaba a todo pulmón el nombre de su candidato con la esperanza de que a la hora de que su líder político llegara a la alcaldía le cumpliera la promesa de conseguirle un trabajo en la municipalidad.
Deudas de falsas promesas
Qué difícil debe ser tener que deber favores o tener que cumplir miles de promesas a personas que se ganaron dichas promesas a puro pulmón y trabajo. Digo todo esto porque la mayoría de alcaldes que asumieron por primera vez la alcaldía municipal, se encuentran con un sindicato de trabajadores que no está dispuesto a negociar, y se encuentran con una infinidad de plazas fantasmas que no tienen nada que ver, y además están presupuestadas, eso quiere decir que no se puede despedir a nadie tan fácilmente y se hace imposible meter mas gente a trabajar a dicha municipalidad. Y ahora cómo hacer para cumplir tanta promesa eso debe ser algo que a todo nuevo alcalde no lo deba dejar dormir bien.
Ya que ahora en la nueva oficina se miran a miles de gentes con currículos vitae en las manos, pidiéndole a la nueva secretaria una cita con el nuevo alcalde para ver si cumple con la promesa del trabajo que en la campaña política les prometió a todos.
Con todo esto las nuevas corporaciones municipales están endeudadas hasta el gorro de favores y promesas, y no tiene el suficiente capital para pagar este tipo de deudas.
Porque recuerden que estos nuevos jefes ediles no ganaron por sus lindas caras, sino por las mentiras y falsas promesas que todo político corrupto promete.
Ojalá que las nuevas autoridades cumplan todo lo prometido en sus comunidades y hagan de su municipio el mejor del país.
Pensamiento loco:
El buen líder es aquel al que lo siguen por sus actos, y no por lo que promete: