Corea del Sur y Japón desafían norma aérea de China


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Los vuelos de Corea del Sur y Japón por la nueva zona de defensa aérea marítima de China se sumaron el jueves al desafío internacional de las reglas que Beijing afirma ha impuesto en el mar de China Oriental pero que las naciones vecinas y estados Unidos se han comprometido a ignorar.

BEIJING, Agencia AP

Aunque el anuncio sorpresivo de la semana pasada de China de crear la zona suscitó inicialmente algunas tensiones en la región, analistas afirman que el propósito de Beijing no es desatar una confrontación aérea sino una estrategia de más largo plazo para consolidar sus reclamos sobre territorios en disputa al marcar simplemente la zona como propia.

La falta de respuesta de China a la fecha a los vuelos por la zona, incluidos los dos de bombarderos estadounidenses B-52 que se desplazaron el martes por la región, ha dejado mal parado a Beijing. Incluso algunos medios estatales chinos dejaron entrever el jueves que Beijing podría haber hecho un mal manejo de los episodios.

«Beijing necesita reformar su mecanismo de difusión para ganar las batallas psicológicas libradas por Washington y Tokio», dijo en un editorial Global Times, un tabloide nacionalista publicado por el Diario del Pueblo, el principal órgano del Partido Comunista.

Sin el menor aviso, Beijing empezó a exigir el sábado que los aviones que pasan se identifiquen y obedezcan las instrucciones chinas o sufran las consecuencias en una zona del Mar de la China Oriental que se superpone a otra zona de identificación aérea supervisada por Japón desde 1969 y que en un principio formaba parte de una establecida por Estados Unidos.

Pero días después, cuando varios vuelos de B-52 estadounidenses atravesaron la zona —y Washington dijo que no había hecho el menor esfuerzo por cumplir con las normas chinas ni lo haría en el fututo— Beijing simplemente dijo que se había limitado a tomar nota.

Las fuerzas armadas surcoreanas dijeron el jueves que sus aviones atravesaron la zona sin avisar a China y aparentemente sin inconvenientes. Japón también dijo que sus aviones seguían cruzando ese espacio después del anuncio chino. Filipinas, envuelta en un enconado enfrentamiento con Beijing en torno a unas islas del Mar Meridional de la China, también dijo que rechazaba la declaración.

Los analistas ponen en duda la capacidad técnica de China para ejecutar su anuncio, dada su escasez de radares de alerta temprana y aviones capaces de reabastecerse de combustible en vuelo. Empero, muchos creen que Beijing tiene un plan a largo plazo para obtener el reconocimiento de sus pretensiones mediante una escalada gradual de alertas y posiblemente alguna medida represiva.

«Con respecto a la actividad dentro de la zona, nada sucederá por ahora», dijo June Teufel Dreyer, especialista en China de la Universidad de Miami. «Luego habrá un reforzamiento gradual de las medidas represivas. Los japoneses seguirán protestando, pero no harán mucho más».