Soldados surcoreanos se aprestaban el sábado a efectuar prácticas de artillería en una isla fronteriza bombardeada el mes pasado por Corea del Norte, pese a la amenaza de Pyongyang de volver a atacar. Por su parte Rusia y China manifestaron preocupación por las tensiones crecientes en la península dividida.
El Norte advirtió el viernes que volvería a atacar más enérgicamente que antes si el Sur lleva adelante sus prácticas anunciadas. Cuatro personas murieron el mes pasado por el ataque de Corea del Norte a la isla surcoreana de Yeonpyeong cerca de la tensa frontera marítima.
Estados Unidos apoya a Corea del Sur por considerar que este país tiene el derecho a efectuar ejercicios militares como éstos. Pero la cancillería rusa manifestó el viernes su «extrema preocupación» e instó a Corea del Sur a cancelarlos para impedir un agravamiento de la situación.
El ministerio ruso manifestó el viernes otra declaración en la que exhortó a Corea del Norte a la moderación.
China, el aliado clave del Norte, dijo oponerse firmemente a toda acción que pudiera agravar las tensiones en la península coreana. «En relación con lo que pueda conducir al empeoramiento de la situación o a toda intensificación de actos de sabotaje de la paz y estabilidad regional, China se opone de manera firme e inequívoca», dijo el vocero de la cancillería china Jiang Yu en una declaración el sábado.
El vicecanciller chino Zhang Zhijun también advirtió en una declaración que la situación en la península coreana es «extremadamente precaria».
El estado mayor de las fuerzas armadas surcoreanas dijo que los infantes de marina efectuarán las prácticas previstas y que los militares estaban listos para responder a toda posible provocación.
La amenaza del Norte y las preocupaciones chinas y rusas no afectarán el programa de los ejercicios, dijo un funcionario del estado mayor que habló con la condición del anonimato según las reglas del departamento.
El vocero de la cancillería, Kim Young-sun, dijo que los ejercicios tienen naturaleza defensiva.