Corazonadas


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La intuición, las corazonadas, son importantes para nuestra vida diaria. Constituye la voz interior que nos habla y nos advierte, nos hace saber en un plano subjetivo sin la intervención consciente acerca de situaciones y alternativas en la toma de decisiones. Estas últimas, ante todo cuando se trata de eventos amenazantes para nuestra vida o acontecimientos latentes que no podemos explicar de una manera racional, pero los percibimos casi instantáneamente.

Dra. Ana Cristina Morales

 


“No sé cómo pero lo sabí­a” es lo que nos decimos cuando nuestra intuición se hace presente.  Nos sentimos en desconcierto, ante nuestro propio  conocimiento que nos llega de manera espontánea.  Algunas veces le hacemos caso a estas corazonadas y decimos qué bien.  Pero, cuando sucede lo contrario, porque somos incapaces de darle crédito a nuestra voz interior, y entonces… sucede lo que sucede.  Nos sentimos, con arrepentimiento, culpables y es cuando comenzamos con la tararí­a de que si hubiese hecho esto o aquello, los resultados hubiesen sido otros.
A veces pasa que se tiene una “mala sensación” en determinado momento de alguien o de algo que nos está pasando y no sabemos explicar racionalmente a qué se debe.  Pero, resulta que esta persona puede ser nuestro asaltante, y lo estamos intuyendo, o que la transacción que estamos a punto de realizar es posible que no nos convenga.
La intuición no ha sido vista desde un plano cientí­fico, sin embargo cada vez se le ha otorgado mayor interés para su investigación.  Se refiere que las mujeres ostentamos mayores poderes intuitivos, esto debido a que tenemos un mayor desarrollo de nuestro hemisferio cerebral derecho.   Considero a nuestra condición de género como responsable, ya que por ella, estamos constantemente diversificando nuestra atención y pensamientos, usualmente realizamos más de una actividad a la vez.  Y estamos constantemente alertas a las situaciones que pasan a nuestro alrededor, en función del cumplimiento de nuestro “deber” social, como cuidadoras primarias de otros.
Existen referencias de que la intuición se manifiesta mediante palabras, imágenes, sentimientos o sensaciones viscerales, que no siempre sabemos interpretar. Que ésta no deberí­a confundirse con el instinto, la adivinación, la creatividad o la inspiración, aunque pueda fundirse con éstas.
En las investigaciones generadas en  este tema, están tratando de proporcionar un marco cientí­fico al mismo. Algunos investigadores han llegado a la conclusión de que la intuición es la forma que tiene el cerebro de tomar decisiones rápidas de manera no consciente, basándose en experiencias del pasado y en señales externas.  Se ha descrito a la intuición como el resultado de una “ráfaga de pensamiento lógico”.
Podemos atrevernos a decir que la intuición es el sentido común.  Que nos explica los acontecimientos a través de una voz interior, a la cual si queremos trasladar a pensamientos lógicos, no tendrá cabida en los mismos.  Pero es una forma de ver la realidad de una manera inconsciente.  Que puede constituir un aviso, un dar a conocer, una manera de proteger.
Pero esta voz interna muchas veces queda ensordecida debido a la falta de credibilidad que le damos y a la mayor creencia que otorgamos a las voces de nuestro mundo exterior.