“Estudia el pasado si quieres pronosticar el futuro†Confucio
Vivimos en el país del absurdo, y para muestra, el tema fiscal nunca fue abordado ampliamente por el recién “electo†Presidente, y hoy nos damos cuenta, que nunca existió un plan de gobierno en ese sentido, y la vía más fácil que encontraron, como lo hacen los estudiantes, es copiar el trabajo de otro, aunque no sea nuestro amigo, pero si se tiene que presentar algo, se recure a copy paste, tan común hoy en día.
Leo las columnas de Opinión y todas con honrosas excepciones piden lo mismo, ayudemos al nuevo gobierno a trabajar, ¿Cómo lo piensan hacer? Solamente ellos lo sabrán, esperemos que nos sea por medio de una autocensura, como ha sucedido con los gobiernos de ultraderecha, pero es bastante sintomático lo siguiente: JL Font, en su columna de ayer lunes insta al Presidente electo (que no en funciones) a que le exija a los diputados que se inhiban de hacer cambios en las asignaciones de partidas de gasto, no sé si el mencionado articulista habrá leído la Constitución, porque en ella se establece la independencia de poderes, por lo que así como el Legislativo, tampoco el Judicial, pueden exigir al Ejecutivo nada, el Ejecutivo tampoco puede hacerlo, pero su aparente desconocimiento de nuestro marco jurídico va más allá, porque Pérez en este momento es el presidente electo, no en funciones, por lo tanto aún no ostenta el poder, será después del 14 de enero del 2012 cuando podrá ejercer el mando solamente en el Organismo Ejecutivo, antes no, otro tema interesante es que le sigan llamando General, nunca leí licenciado Berger, ni ingeniero Colom, que son títulos adquiridos, así que eso de General es, a mi criterio, un mensaje, de que nos encontramos en un cuartel, y no es así, el presidente electo Pérez. ¿O le llamarán Presidente General?
Otra situación más que macondiana y por demás inconstitucional es que se encuentren dos proyectos de presupuesto, uno presentado por el Ejecutivo y otro por el PP, (Léase Prensa Libre pág. 6 del lunes 14/11/11) cuando la Constitución establece en su artículo 183, como una de las funciones del Presidente en la literal j) es “Someter anualmente al Congreso, para su aprobación con no menos de ciento veinte días de anticipación a la fecha en que principiará el ejercicio fiscal, por medio del Ministerio de Finanzas Públicas, el proyecto de presupuesto que contenga en detalle los ingresos y egresos del Estado. Si el Congreso no estuviere reunido deberá celebrar sesiones extraordinarias para conocer del proyecto†El único proyecto que debe ser discutido y aprobado es el que envío el Ejecutivo, el otro, no existe ni legal ni constitucionalmente hablando.
El Presidente electo tiene muchos retos que afrontar, y el primero a mi juicio se encuentra dentro de su mismo equipo de trabajo, y el segundo en sus financistas, tomando en cuenta que quienes lo apoyaron fueron aparentemente, parte de la oligarquía guatemalteca, y otros anónimos, ya que ante su negativa a revelar los montos y nombres es de suponer, que así fue. En relación a su propio equipo, observamos que no existe un plan de gobierno sustentado, ya que según los expertos entrevistados en Siglo.21 del día de ayer, no mencionan conocer el plan de gobierno, solamente Edgar Gutiérrez indica no haber encontrado en el mismo, los lineamientos en el tema de Relaciones Exteriores. En relación al segundo reto, siendo representante (Que no parte) de la oligarquía guatemalteca, que bien sabemos financió parte del conflicto armado que duró 36 años, y por ende parte de sus financistas, tres campañas significan facturas muy altas de pagar, porque no se pagan con dinero, y eso lo sabemos todos los guatemaltecos, por lo que no solamente se opondrán al mismo proyecto de reforma fiscal, presentado hace cuatro años, y paradojas de la vida, a quienes utilizaron para boicotearlo, fueron diputados del PP, que hoy se enfrentarán, a diputados que así como ellos respondieron en su momento a intereses particulares, hoy otros lo harán, porque siempre, mientras haya quien ofrezca, habrá quien reciba, para desgracia del país. El tema toral no es solo de buenas intenciones, como hacen referencia varios articulistas, ya que las tenemos casi todos los guatemaltecos, pero estas se diluyen entre los componentes antes mencionados, y no es que les den de su propia medicina, es que las condiciones han variado para peor, así que por mucho, que quienes llevaron directa e indirectamente a Pérez al poder, pidan sutilmente o directamente hoy que lo dejen gobernar, debemos tomar en cuenta, que el Presidente dirige solamente el Ejecutivo, y que constitucionalmente no tiene injerencia en los otros dos organismos del Estado, (si no es con componendas bajo la mesa) Por lo que aunque quiera ordenar a los 158 diputados que hagan lo que él necesita, no lo puede hacer, como tampoco lo pueden hacer los diputados con él, asimismo, no puede ordenarle a los 13 magistrados, que resuelvan como él quiera, ni ellos le pueden exigir que gobierne como ellos requieren.
Esa es la situación real para cualquier presidente, desgraciadamente el sistema se ha pervertido desde Vinicio Cerezo, quien no gobernó, y nadie lo ha hecho desde entonces, y no es problema de buenas intenciones, tampoco de los diputados, ni de los magistrados, el problema como diría Arjona no es que no quiera, el problema es que no puede, sino que lo diga Colom, quien tuvo una férrea oposición dentro y fuera de su entorno, Berger, quien pasó con más pena que gloria, un solo ejemplo, entre miles, desde hace ocho años las carreteras no tienen mantenimiento, Portillo quien por enfrentarse al poder real está preso, porque que ha habido negocios sucios en todos los gobiernos, nadie lo puede negar, y quien lo niegue, es mejor que lea los diarios en internet, o en la Hemeroteca, para no olvidar que nadie ha salido limpio y sin señalamientos, solamente que dependiendo del pedigrí, algunos medios se encargan de llevar a cabo linchamientos mediáticos, pero limpio nadie está.
Por lo anteriormente expuesto, vivir en Guatemala, es difícil, y por mucho que sus seguidores supliquen para que a Pérez le dejen trabajar en paz, no le va a ser fácil, porque no es que se trate de él, no es el sistema jurídico, es el poder real, quien siempre definirá las prioridades, y estas nunca serán las que el país necesita, por lo que con tristeza NO PODEMOS COSECHAR FLORES, SI SEMBRAMOS PIEDRAS EN EL CAMINO.