La Convención Nacional Republicana finalmente anda a toda marcha, vitoreando el nombre del flamante nominado presidencial Mitt Romney en cada discurso en una ansiada muestra de unidad.
Una imagen más humana del candidato republicano como esposo y padre, presentada por su esposa en el podio, se combinó ayer con un desfile de críticos del presidente Barack Obama, con el partido republicano tratando a aprovechar el momento luego de días de preocupaciones por el huracán que pasó junto al área y tocó tierra en Louisiana.
Romney debutó en la convención dos días antes de su propio discurso, siendo ovacionado por la concurrencia al subir brevemente al estrado para besar a su esposa luego que ésta hablase.
El discurso de Ann Romney, televisado nacionalmente, fue en gran parte un esfuerzo para atraer al electorado femenino, con la declaración de que su esposo «no va a decepcionarnos» si es electo.
En el primer día de actividades plenas de la convención, los republicanos nominaron el martes oficialmente a Romney como su candidato a la presidencia, culminando una prolongada elección interna y preparando el escenario para un cerrado enfrentamiento con Obama.
Durante el pase de lista de los estados, Nueva Jersey dio a Romney los votos suficientes y, con ello, el premio que se le escapó hace cuatro años. El candidato va a aceptar formalmente la nominación en un discurso que dará el jueves por la noche.
Los electores republicanos coquetearon durante meses con un carrusel de aspirantes antes de quedarse con Romney, quien de hecho se aseguró virtualmente la nominación en mayo tras una serie de asambleas partidistas locales y elecciones primarias.
Todos sus ex rivales de la elección primaria lo han apoyado, a excepción del legislador por Texas Ron Paul.
Las convenciones de los partidos son los acontecimientos que se siguen más de cerca en la campaña porque permiten a los candidatos exponer directamente sus puntos de vista ante millones de televidentes y marcan el inicio de la recta final en la maratónica carrera presidencial.
La reunión de los republicanos, previa a la Convención Nacional Demócrata que se realizará la semana próxima en Charlotte, Carolina del Norte, se produce mientras las encuestas de opinión muestran una contienda casi pareja, en la que cada candidato tiene distintas e importantes ventajas: Obama es el líder que gusta o simpatiza más; Romney es un ex empresario visto más como el candidato que puede arreglar la economía.