Las fuerzas de seguridad sometieron el lunes al comando armado que atacó una academia policial en el este de Pakistán con un saldo de ocho reclutas y cuatro «terroristas» muertos, según el último balance oficial revisado a la baja.
La policía había comunicado por la mañana un balance de 20 muertos.
Cientos de policías se apostaron en el tejado del edificio principal y alrededor del campo de entrenamiento, cerca de la ciudad de Lahore (este), gritando y disparando al aire en señal de alegría tras un asedio de casi ocho horas que dejó varias decenas de heridos.
El ministro del Interior, Rehman Malik, afirmó que cuatro «terroristas» murieron. Al menos tres hombres barbudos se rindieron a un pequeño grupo de policías vestidos con uniforme de comando en el tejado, al final de este mortífero ataque.
La policía dijo que tres de los atacantes murieron al hacer estallar sus chalecos con explosivos. Los socorristas encontraron miembros ensangrentados y un periodista de la AFP vio una cabeza incrustada en el muro exterior del complejo.
«Se trata de un ataque planeado, organizado, terrorista. Esto muestra hasta qué punto están dispuestos a llegar los enemigos de nuestro país», declaró Malik.
Este ataque, similar a un asalto que tuvo lugar el 3 de marzo en la misma zona contra el equipo de cricket de Sri Lanka, subraya la magnitud de esa violencia insurgente que el presidente estadounidense Barack Obama ha comparado con un «cáncer» que amenaza la existencia de Pakistán.
Los atacantes, armados con granadas y armas de asalto, se abrieron paso a tiros en el campo y, según un superviviente herido, trataron de matar a la mayor cantidad de gente posible.
Unos funcionarios indicaron que los atacantes estaban enmascarados y que algunos vestían uniforme policial, mientras que otros tenían ropa civil y bolsos deportivos.
Las estimaciones del número de muertos varían considerablemente. Durante los enfrentamientos, varios oficiales de seguridad dijeron a la AFP que habían muerto 25 personas. Un oficial de policía dijo que eran 20.
Sin embargo, los comandantes castrenses y policiales confirmaron más tarde la muerte de ocho cadetes de policía y cuatro atacantes.
«Se confirmó la muerte de ocho reclutas en la academia. Cincuenta fueron heridos», dijo el general Athar Abbas, quien añadió que «la operación ha terminado».
Además de los tres atacantes que se rindieron, la policía afirma haber arrestado a un sospechoso que fue hallado con una granada de mano en un cementerio cercano a una pista de aterrizaje para helicópteros.
Según oficiales de la seguridad, este individuo fue estudiante de una escuela coránica en la ciudad de Dera Ismail Jan, acostumbrada a la violencia extremista, pero que había partido dos meses atrás y se desconocía su paradero.
El ministro del Interior de India, Palaniappan Chidambaram, condenó «estos ataques terroristas».
Obama situó a Pakistán en el centro de su lucha contra la red Al Qaida y triplicó la ayuda a esta nación que posee el arma nuclear, en una nueva estrategia que incluye además miles de millones de dólares y más efectivos en Afganistán.