Los contendientes a la candidatura presidencial republicana que compiten para desafiar al presidente Barack Obama el próximo año están gastando millones de dólares en anuncios de televisión y haciendo un llamado final a los votantes, ya que la cuenta regresiva para disputar el primer enfrentamiento en las urnas acaba el 3 de enero en Iowa.
Este estado del centro occidente del país realizará la primera competencia por la nominación, con las asambleas partidistas a nivel estatal. Probablemente las asambleas reduzcan el número de contendientes y le den forma a la cadena de seis meses de elecciones primarias y asambleas electorales estado por estado hasta la Convención Nacional Republicana de agosto en que oficialmente se nombra al candidato.
Obama es vulnerable debido a la insatisfacción nacional por la inestable economía que experimenta grandes dificultades para salir de la recesión. Sin embargo, la competencia republicana en busca del candidato para pelear en las elecciones de noviembre tienen al partido dividido.
Los contendientes y grupos aliados han gastado más de 12 millones de dólares en anuncios para televisión que serán transmitidos hasta las asambleas electorales del próximo martes.
Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, quien encabeza las encuestas a nivel nacional, no es del agrado ni tiene la confianza de los conservadores republicanos que le han dado su apoyo a otros candidatos cuyas políticas son más acordes con ellos.
Pero cada uno de esos candidatos, la representante Michele Bachmann, el gobernador de Texas Rick Perry, incluso el hombre de negocios Herman Cain y últimamente el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich han recibido el apoyo conservador y han subido en las encuestas para luego perder fuerza bajo un escrutinio más minucioso de los votantes y los medios de comunicación.
En una oleada de ataques, los rivales de Romney lo tildaron de poco confiable en temas centrales para los conservadores, como los impuestos y el matrimonio entre homosexuales en la intensiva fase final de una costosa campaña.
«Yo he sido un conservador toda mi vida», dijo Gingrich. Calificó a Romney como un «moderado de Massachusetts … que hace campaña a la izquierda de Teddy Kennedy».
Perry, quien hace un recorrido en autobús por Iowa con la esperanza de revivir su alguna vez prometedora campaña, promocionó sus propias posturas conservadoras. «Â¿Mis ideas sobre el control de armas? Utilizar ambas manos», dijo Perry.
En cambio, Romney asumió la confianza que le da ir al frente. Acusó a Obama de tener «políticas equivocadas y un débil liderazgo» en la Casa Blanca.
«Señor presidente, usted ya tuvo su momento. Hemos visto los resultados. Y ahora, señor presidente, es nuestro turno», dijo Romney. Sus asesores agregaron que por diseño habló esta semana no lejos de donde Obama hizo campaña hace cuatro años en su camino a una victoria en las asambleas electorales de Iowa que le abrió brecha para llegar al final a la presidencia.
Sondeos
Luego de meses de agitación entre varios aspirantes a la nominación republicana para desafiar al presidente Barack Obama, el proceso de selección final llega a Iowa la próxima semana, con Mitt Romney y Ron Paul a la cabeza de los siete precandidatos.
Romney, exgobernador de Massachusetts, y Paul, un veterano congresista por Texas, compiten codo a codo en el estado que será escenario de asambleas partidarias de nominación o «caucus» el próximo martes por la noche.
Los caucus son una prueba de la capacidad de financiación y organización de campaña de los precandidatos, que permite eliminar aquellos que no terminan entre los mejores.
Las tasas de aprobación de Obama han mejorado ligeramente, pero el presidente sigue siendo vulnerable debido a la insatisfacción de muchos estadounidenses con su manejo de la economía y la lenta recuperación luego de la Gran Recesión.
Sin embargo, a Obama le ha ayudado el caos de la competencia interna de los republicanos, en la cual varios precandidatos subieron hasta la cima y con la misma rapidez se desplomaron, lo que parece fortalecer sus esperanzas de ganar la reelección en noviembre.
Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes, era el favorito hasta hace unas semanas, pero después fue blanco de un aluvión de ataques. Los votantes de Iowa están ahora divididos uniformemente entre Romney, más moderado, y Paul, quien tiene posiciones más a la derecha.
Sin embargo, muchos republicanos conservadores en todo el país desconfían de Romney debido a sus posiciones previas sobre el aborto, el matrimonio gay y la salud pública. Paul —quien aboga por la eliminación de la Reserva Federal— es visto como demasiado extremo por los votantes mayoritarios del partido.
Tras los los caucus de Iowa es probable que algunos precandidatos desistan de sus intentos, con lo que le darán forma a las elecciones primarias y asambleas locales que se efectuarán en los próximos seis meses estado por estado, rumbo a la Convención Nacional Republicana de agosto, cuando se designará oficialmente al candidato.