CONTRA CORRIENTE


Todo el público se puso de pie y con un prolongado aplauso admiró la gran proeza: Glenn Cunningham habí­a demostrado que era posible correr una milla en 4.4 minutos y con eso rompí­a el récord mundial.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

El estadio entero parecí­a estremecerse de júbilo, ya que todos conocí­an la historia de Cunningham.

Este hombre, a los 8 años quedó atrapado en un incendio y antes de que pudiera escapar de las llamas, el pie izquierdo se le quemó.

Los dedos y gran parte del tejido muscular de ese miembro, se perdieron para siempre.

Aunque los médicos le dijeron que nunca podrí­a caminar, él no les hizo caso, y con esfuerzo empezó por andar, luego aprendió a correr, hasta que en 1938, volaba como un águila sobre las pistas.

LOS ESFUERZOS EXTRAORDINARIOS SON LOS QUE HACEN AL HOMBRE EXTRAORDINARIO.