Continúa persecución en contra de Ernesto Cardenal


Ernesto Cardenal, poeta y sacerdote nicaragí¼ense, es perseguido por la justicia de su paí­s, ante lo cual han levantado la voz diversos sectores intelectuales y artí­sticos.

Un tribunal nicaragí¼ense rechazó dar trámite al recurso de hábeas corpus que un organismo de derechos humanos presentó a favor del sacerdote y poeta nicaragí¼ense Ernesto Cardenal, quien es perseguido por la justicia por una condena de injurias y calumnias, informó la prensa el sábado.


La resolución fue dictada el viernes por los magistrados de la Sala Penal II del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) en respuesta a un recurso de hábeas corpus que el Centro Nicaragí¼ense de Derechos Humanos (Cenidh) presentó hace seis dí­as a favor del poeta de 83 años, informó a la prensa, la presidenta del Cenidh, Vilma Núñez.

«No da lugar al recurso» de hábeas corpus porque «no se puede recurrir de amparo contra las resoluciones de los funcionarios judiciales», argumentaron los magistrados, amparados en el artí­culo 50 de la Ley de Amparo.

El recurso fue presentado por el Cenidh, luego que un juez penal de Managua amenazó con restringir la libertad del escritor por negarse a pagar una multa de más de mil dólares, en un juicio por injurias promovido hace varios años por un alemán, del cual ya habí­a sido absuelto en el 2005.

Cardenal anunció que preferí­a ir preso antes de cumplir con la sentencia dictada el pasado 22 de agosto por el juez de crimen de Managua, David Rojas, a quien acusó de revocar de manera «arbitraria» el primer fallo.

Ante la crí­ticas, Rojas decidió separare del caso y delegar la ejecución de la sentencia a su suplente, Ronaldo Morán, quien el miércoles ordenó congelar todas las cuentas bancarias del poeta para obligarlo a pagar la sanción.

El poeta, nominado al Premio Nobel de Literatura en 2007, atribuyó la actuación judicial a represalias polí­ticas del presidente Daniel Ortega, por haberlo acusado de «ladrón» durante una visita a Paraguay en agosto pasado.

Cardenal apoyó la revolución sandinista encabezada por Ortega en los años 80, en la que fungió como ministro de Cultura.

En 1994 renunció al partido Frente Sandinista (FSLN, izquierda) por discrepancias polí­ticas con Ortega, a quien ha acusado públicamente de haberse enriquecido y traicionado los ideales revolucionarios que forjaron la lucha del FSLN.

«Â¿Cómo creer a Daniel Ortega cuando grita que está con los pobres y se presenta en los barrios pobres en un Mercedes Benz?», denunció Cardenal en un artí­culo divulgado en el 2006, poco antes de las elecciones presidenciales que ganó Ortega.

En el mismo el poeta lamentó que «la gran gesta del FSLN y de miles de héroes y mártires ahora esté reducida al matrimonio de Ortega con Rosario Murillo».