La debilidad del dólar, que afecta a los países exportadores de petróleo, explica en parte el deseo de la OPEP de mantener elevado el precio del barril de crudo, y podría disuadirla de aumentar su producción más allá de lo decidido en septiembre.
A más de 80 dólares el barril, un alza de 30% en un año, el pétroleo ha engrosado sustancialmente los ingresos de los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
La coyuntura económica, no obstante, no sólo presenta ventajas para los productores de oro negro: el petróleo se encuentra en su mayor nivel, pero se cotiza en dólares, una divisa que se ha debilitado enormemente en los últimos meses.
En un año, el dólar ha perdido casi 10% frente al euro. El miércoles, cayó a 1,4162 dólares por un euro, su mínimo histórico.
«El dólar se depreció de manera significativa durante estos últimos meses, y eso afectó sensiblemente los ingresos de varios países», explicó el ministro iraquí de Petróleo, Hussein Chahristani, durante la última reunión del cartel en Viena, el pasado 11 de septiembre.
Liderada por Arabia Saudita, la OPEP decidió inyectar más petróleo (500.000 barriles por día adicionales desde el 1 de noviembre) para contrarrestar el alza de los precios.
La decisión no tuvo ningún efecto sobre las cotizaciones, que siguieron subiendo, y ahora la OPEP se encuentra frente al mismo dilema que durante su última reunión.
Unos días después del anuncio del alza de la producción, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Nobuo Tanaka, dijo que tenía «esperanzas» de que la OPEP siga «escuchando las señales del mercado», un llamado tácito a volcar más crudo.
Al verse presionado para abrir sus canillas petroleras, el cartel aseguró que «reexaminaría la situación del mercado» en su próxima reunión extraordinaria en Abu Dhabi, el 5 de diciembre.
La creciente debilidad del dólar pesaría en la balanza.
«Los países petroleros tienen todos en mente la depreciación del dólar», dijo Muhammed Ali Zainy, economista del Centre for Global Energy Studies (CGES). «Al momento de establecer sus niveles de producción, tienen el deseo de mantener los precios altos para compensar el declive del dólar», añadió.