Un paí­s en la ruina y una población devastada. Esa es la situación de Haití­ meses después de que un terremoto acabara con la mayorí­a de los edificios y viviendas. En un momento en que la ayuda humanitaria es urgente, Guatemala ofrece su cooperación a un paí­s hermano.

El paisaje es desolador en Haití­, donde los escombros irrumpen con la belleza natural de la isla caribeña, recientemente azotada por un devastador terremoto que dejó a todo el paí­s en las ruinas.

Jóvenes pidiendo dinero y madres que buscan el auxilio de desconocidos para alimentar a sus hijos; esa es la realidad del paí­s más pobre de América Latina, que ahora urge de la cooperación de sus vecinos para salir adelante.

Aunque la promesa de ayuda ya está suscrita por diversas naciones, los recursos son necesarios y decisivos para que la población pueda enfrentar la difí­cil situación después de la catástrofe.

Respuesta

La respuesta de Guatemala al llamado de ayuda no se hizo esperar. La ayuda humanitaria se entregó durante los momentos más difí­ciles luego del sismo y la cooperación para la estabilización de la seguridad se fortaleció.

El vicepresidente de Guatemala, Rafael Espada, acompañó este lunes al noveno contingente militar que viaja a Haití­ para unirse a la misión de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU) desplegada en ese paí­s.

Según explicó el propio Espada, el contingente participará en aspectos relacionados con la seguridad de instalaciones y funcionarios en Haití­, así­ como en el proceso de reconstrucción de dicha nación, devastada por un terremoto en enero pasado.

El contingente, integrado por 143 personas, reemplaza al anterior en la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití­ (Minustah), que estuvo por espacio de seis meses.