El renaciente mercado de la vivienda de Estados Unidos está haciendo que los constructores busquen nuevamente a Richard Vap, dueño de una empresa de instalación de paneles de yeso. Al empresario le encantaría ayudar, si tan sólo pudiera contratar suficiente mano de obra calificada.
«Falta mano de obra», dijo Vap, propietario de South Valley Drywall, con sede en Colorado. «Probablemente sólo estamos contratando 75 u 80% de lo que en realidad necesitamos».
Los constructores y subcontratistas en Estados Unidos están batallando para contratar lo suficientemente rápido para cubrir la creciente demanda de nuevas viviendas. Los constructores comenzarán a trabajar en más casas —y aportarán más a la economía— si pueden llenar más vacantes.
Mientras, los trabajadores con las habilidades requeridas están pidiendo mayores salarios.
Falta de mano de obra en todos los puestos, desde inspectores de obra y gerentes de compras hasta pintores, carpinteros, instaladores de paneles de yeso o plomeros, en especial en áreas donde la demanda de casas se ha recuperado más rápido como Arizona, California, Texas, Colorado y Florida.
El problema surgió a raíz del éxodo de trabajadores que hubo después de que estallara la burbuja inmobiliaria. Los trabajadores de la construcción que ya tenían experiencia perdieron sus empleos y muchos se fueron a sectores que algunas veces pagan mejor, como la minería o el gas natural, y no están ansiosos de regresar.
En febrero, los constructores iniciaron viviendas unifamiliares a su mayor ritmo en cinco años. Y en marzo, la construcción de nuevas viviendas rompió la marca de un millón de unidades por primera vez desde junio de 2008. Los permisos para construcciones futuras están casi en su máximo de cinco años.
En los 12 meses que terminaron en marzo, el inicio de construcción de viviendas creció 47%. Pero la contratación en el sector creció sólo 3,7%.
Los inmigrantes hispanos, la mayoría mexicanos, fueron algunos de los que se fueron de la industria de la construcción y, en algunos casos, de Estados Unidos.
«Mucha gente de otros estados o de México no está dispuesta a regresar tan rápido después de lo que pasaron», dijo Vishaal Gupta, presidente de Park Square Homes en Orlando, Florida.
Entre 2005 y 2010, 1,4 millones de mexicanos regresaron a su país, casi el doble que en los cinco años anteriores a este periodo, de acuerdo con el Pew Research Center. Aunque se calcula que hoy en Estados Unidos viven unas 11 millones de personas sin documentos migratorios, el arribo de inmigrantes no autorizados desde México esencialmente se ha detenido, señala Douglas Massey, profesor de sociología en la Universidad de Princeton.
«A la economía mexicana le está yendo bien, con fuerte crecimiento en manufactura y en servicios tanto calificados como no calificados», agrega Massey. «Si la demanda de construcción aumenta, tal vez veamos que aumente la inmigración mexicana, pero pienso que los años de la expansión posiblemente acabaron».
Por lo pronto, la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas está presionando al Congreso para que permita a más inmigrantes a entrar al país con visas de trabajo. Según el organismo, los trabajadores extranjeros representan casi 22% de la fuerza de trabajo en el sector de la construcción en Estados Unidos y calcula que hay unos 116.000 empleos vacantes.