Las construcciones en el interior del país carecen de supervisiones y planificación técnicas, ante lo cual los movimientos telúricos han provocado el derrumbe de las paredes o destrucción de las viviendas y edificios, indicó Arnady Navarro, ingeniero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), señalando que las copiosas lluvias provocan saturación y los sismos la destrucción.
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Navarro dijo que la responsabilidad en las construcciones es de instituciones, población y Estado, recordando que en el interior del país la situación de pobreza hace más vulnerables las construcciones de las viviendas, y la ubicación.
“Todo influye actualmente, lluvias y sismos para que las casas, edificios y hospitales se desplomen, porque carecen de supervisión para la construcción, y no cumplen con las normas establecidas en el Manual de Normas de Seguridad Estructural de Edificaciones e Infraestructuraâ€.
El profesional afirma que las familias no cuentan con presupuesto para contratar a especialistas en la construcción y evitar los acontecimientos de destrucción.
“Algunas de las viviendas y edificios públicos del interior ya han vencido su tiempo de vida o duración, por lo que en cualquier momento de lluvias o sismos estas puedan derrumbarse rápidamente. No hay que responsabilizar a las instituciones y Estado, porque las personas deben considerar las medidas de seguridad y no instalarse en lugares peligrososâ€, explicó.
En la historia de Guatemala, las casas se construían de adobe, barro y bambú, mejor conocido como talpetate, materiales con los que aún se trabaja en los departamentos. Estos componentes fueron resistentes en algunos casos para el terremoto de 1976.
Para Celso Lara, historiador de Guatemala, las construcciones de talpetate se trabajan en las áreas departamentales, porque es más económico y accesible; pero consideró que ante los cambios climáticos –lluvias, sismos, vientos, inundaciones, deslaves– se tienen que hacer reformas al manual de construcción.
“Somos un país altamente sísmico, por lo que hay que tomar medidas de reformas al manual de construcción, además de considerar edificar con materiales más resistentes y que se haga una campaña para proveer las construcciones supervisadas para las familias pobres del interior y evitar desastres como los ocurridos actualmente en Huehuetenango y la pared del Cementerio General (que fue construida en 1981), ya que con las constantes lluvias y sismos se han hecho más frágiles las paredes y estructurasâ€.
Lara indicaba que las supervisiones estrictas se deben hacer en las instituciones públicas, como lo son los hospitales, escuelas y casas.
Los entrevistados coincidieron en que las malas edificaciones se deben reconstruir para evitar desastres donde mueran las personas, considerando que la deforestación ha contribuido en el interior del país a la saturación de los suelos y que las paredes de las viviendas no soporten las cantidades de agua que últimamente se han dejado sentir.
Simulacro de terremoto
Hoy se llevó a cabo un simulacro de terremoto en el Ministerio Público (MP), con la finalidad de enseñar la prevención y evacuación exprés por las eventualidades sísmicas que se han suscitado últimamente.
Carlos Jacobo, de Bomberos Voluntarios, informó que participaron 20 elementos de socorro, quienes evacuaron en forma de prevención alrededor de un mil doscientos trabajadores y visitantes, participando, en todo, la fiscal general Claudia Paz y Paz.
“Estas medidas deben ser tomadas en todas las instituciones públicas y privadas.â€