Constituyentes agitan las aguas en América Latina


Venezuela, Bolivia y Ecuador viven esta semana complejos procesos derivados de dos Asambleas Constituyentes y un referendo constitucional, con un elemento común: las denuncias de la oposición de que sirven para perpetuar en el poder a los presidentes que los convocaron.


En Venezuela, este domingo se cumple un referendo para modificar 69 artí­culos de la Constitución, donde está en juego la posibilidad que tiene el presidente Hugo Chávez de reelegirse indefinidamente y de profundizar sus reformas hacia el socialismo.

Para un presidente que ha ganado con comodidad todas las elecciones que ha disputado en nueve años y que tiene una popularidad del 60%, la jornada del domingo se ha convertido en todo un desafí­o: la campaña del ’No’ ha movilizado a un sector importante de la población y -según las encuestas- el resultado es incierto.

En Caracas el analista Germán Campos explica el hecho señalando que «hay un sector chavista (el más moderado) que no pareciera estar muy entusiasmado con el tema de la reforma».

El presidente ha centrado la campaña del ’Sí­’ en su persona, expresando que quienes voten ’No’ son traidores a la patria.

Este referendo es seguido con mucho interés en América Latina, donde el presidente Chávez ha extendido su influencia en los últimos años.

Mientras tanto en Bolivia -uno de los paí­ses aliados de Chávez- la Asamblea Constituyente ha generado un quiebre entre el presidente Evo Morales y la oposición.

Tras 15 meses de labor sin aprobar siquiera un artí­culo, el sector oficialista de la Asamblea Constituyente sesionó en una sede militar donde aprobó el sábado pasado de manera sorpresiva y sin consensuar con la oposición un proyecto de constitución de 408 artí­culos.

La aprobación exaltó los ánimos en la ciudad de Sucre, sede de la Constituyente, donde las revueltas que siguieron a esa decisión dejaron tres muertos y decenas de heridos.

Pero además exacerbó las diferencias entre el gobierno central y las autoridades de seis de las nueve regiones del paí­s, movilizadas contra Morales, a quien acusan de querer perpetuarse en el poder.

En el texto de la Constitución aprobada (que deberá ser estudiada artí­culo por artí­culo de acá al 14 de diciembre) se permite la reelección presidencial indefinida, además de pasar a un Congreso unicameral de 157 miembros, con alta representatividad indí­gena.

Justificando la aprobación, Ramón Loayza, jefe de banca en la Asamblea del oficialista MAS, señaló que «las mayorí­as tenemos derecho a gobernar en los próximos 100 años».

Panorama agitado en Ecuador, donde la Asamblea Constituyente, con mayorí­a oficialista, asumió funciones este jueves disolviendo al Congreso y ratificando en su cargo al presidente Rafael Correa.

Los miembros opositores de la Asamblea protestaron por estas primeras medidas y durante la sesión gritaban de manera permanente que «Â¡ha empezado la dictadura!».

«Esta es la sepultura del sistema democrático y constitucional de Ecuador. Hay que tocarle la marcha de muerte a Ecuador», dijo el asambleí­sta opositor Vicente Taiano.

Con un sólido respaldo popular, Correa alienta varias reformas, incluidas una que apruebe la reelección inmediata por un solo perí­odo, para regular la economí­a y enterrar una crisis polí­tica que impidió a sus tres antecesores terminar el mandato en la última década.

Pero algunos sectores opositores desconfí­an y creen que la Asamblea terminará por aprobar una reelección indefinida, lo que unirí­a su caso al de Venezuela y Bolivia.

«Esta es la sepultura del sistema democrático y constitucional de Ecuador. Hay que tocarle la marcha de muerte a Ecuador.»

Vicente Taiano

Asambleí­sta opositor