Consejo de Seguridad busca renovarse


Una tanqueta de las tropas de la ONU que realizan operativos de paz en Lí­bano. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas elegirá mañana a los cinco nuevos miembros no permanentes. FOTO LA HORA: AFP MAHMOUD ZAYAT

Los 192 Estados miembros de la ONU votan el martes para renovar a cinco de los 10 puestos no permanentes en el Consejo de Seguridad, pero la expectativa atañe tan sólo a dos de ellos, dado el consenso para que ingresen Colombia, India y Sudáfrica logrado en sus zonas respectivas.


El Consejo de Seguridad, órgano principal de decisión en la ONU, está integrado por 15 miembros, cinco de los cuales son permanentes y tienen derecho a veto: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

Los tres miembros no permanentes ya consensuados en sus respectivas zonas son: Colombia, que ingresará en lugar de México por la región América Latina y Caribe; Sudáfrica, que lo hará por Uganda en el puesto africano; y el que corresponde a Asia, verá a India reemplazando a Japón.

En la cuarta zona, «Europa occidental y otros», los paí­ses no lograron un consenso, con lo cual los puestos que dejarán los salientes Austria y Turquí­a, se definirán entre Alemania, Canadá y Portugal.

Estos tres candidatos hace varios años ya que hacen campaña ante los Estados miembros, pero en los últimos dí­as la liza cobró intensidad.

En ese contexto, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, llegó ayer para una visita de tres dí­as a Nueva York determinado a sacar adelante la candidatura de su paí­s: asistirá a la votación, con la posibilidad de desplegar una última defensa en su favor.

El Consejo de Seguridad, según la Carta de las Naciones Unidas, tiene la responsabilidad principal del mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales. Sus decisiones y resoluciones son en principio vinculantes. Requieren para su aprobación del voto de al menos nueve de sus quince miembros, incluido naturalmente el de los cinco permanentes, dado su poder individual de veto.

«Canadá y Portugal son muy buenos candidatos y son aliados y amigos. Pero como el voto es secreto, nada está dicho de antemano. Pero estamos convencidos de que tenemos muy buenas posibilidades», dijo el embajador alemán en la ONU, Peter Wittig.

Alemania aspira a ocupar ese sitio no permanente en el Consejo «para proseguir una polí­tica activa de paz», explicó el diplomático.

«Tenemos experiencia y recursos para ello», aseguró.

También confiada se mostró la portavoz de la misión canadiense en la ONU, Safia Morsly-Sikai: «Pusimos en marcha una campaña muy activa desde hace varios años y recientemente la intensificamos», dijo.

«Tenemos muchas respuestas positivas, que nos permiten ser optimistas. Pero aún no termina el juego y nadie lo tiene asegurado», matizó.

Asimismo, el encargado de prensa de la misión portuguesa, Manuel Pereira, se manifestó optimista: «Estamos muy esperanzados, naturalmente. Estamos haciendo campaña para nuestra candidatura desde el año 2000. Y esperamos ser elegidos», enfatizó.

Los candidatos deben sumar los dos tercios de los votos para obtener el puesto en el Consejo, lo cual podrí­a necesitar de varias rondas de votación el martes.

Los cinco nuevos miembros no permanentes sesionarán a partir del primero de enero de 2011.

MALVINAS Conflicto, a la ONU


Argentina llevará a las Naciones Unidas su protesta por ejercicios militares británicos que incluyen disparos de misiles en la zona de las disputadas Islas Malvinas, anunció hoy el embajador del paí­s sudamericano ante la ONU, Jorge Argí¼ello.

«Le vamos a pedir al secretario general (de la ONU) que distribuya entre los miembros de la organización una copia de la protesta, para dejar constancia de esta nueva violación de las resoluciones de Naciones Unidas», dijo Argí¼ello a la agencia estatal Télam.

En cambio, el Reino Unido de Gran Bretaña no ha emitido declaraciones oficiales ni otro tipo de reacciones respecto del anuncio argentino.

El diplomático argentino también dijo a radio La Red que llevará la queja al secretario de la ONU, Ban Ki-Moon, para «alertar sobre los ejercicios misilí­sticos que se van a realizar».

«Los misiles van a ser disparados desde territorio argentino y van a caer en aguas o en territorio argentino. Hasta que no se dilucide en la ONU el fondo de la cuestión, la soberaní­a de las islas, nadie puede decir que el territorio argentino es algo distinto de las Islas Malvinas», dijo Argí¼ello.

Las Malvinas eran territorio argentino hasta 1833, cuando fueron ocupadas por tropas británicas y desde entonces funciona allí­ una colonia de unos 2.000 habitantes, con una fuerte producción pesquera, aunque en el último año se descubrieron riquezas petroleras explotables en aguas aledañas.

La dictadura del general Leopoldo Galtieri intentó recuperar por la fuerza las islas en 1982, pero tras una guerra de 74 dí­as se rindió con un balance de bajas de 649 en las tropas argentinas y de 255 en las británicas.

El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner habí­a presentado el sábado ante la embajada británica una «formal y enérgica protesta» por los ejercicios y le habí­a reclamado a Londres que «se abstenga de realizar ejercicios militares con disparos de misiles».

En una reacción al aumento de la tensión, el presidente venezolano Hugo Chávez apoyó este lunes la queja de Argentina ante futuros ejercicios militares de Gran Bretaña en Malvinas por considerarlos «una contradicción» con decisiones de la ONU y pidió a la región que los rechace en bloque.

Por su parte, el canciller uruguayo Luis Almagro se pronunció contra cualquier actividad militar en el archipiélago.

Argí¼ello recordó que «hay varias resoluciones que se vienen arrastrando desde hace décadas, año tras año, y que dicen que Gran Bretaña no puede negarse a negociar diplomáticamente la soberaní­a de las islas».

«Además, no puede otorgar unilateralmente permisos de pesca en las aguas de conflicto, no puede explorar ni explotar minerales o petróleo en territorio en disputa, ni realizar ejercicios misilí­sticos en las áreas en conflicto», dijo el embajador ante la ONU.

Kirchner habí­a condenado el sábado la «militarización del Atlántico Sur», a través de un mensaje por la red social Twitter, y dijo textualmente: «Tí­pico colonialismo del siglo XIX. Anacrónico uso de la fuerza, violando Derecho Internacional. No les importa (…) «Sí­ntesis: ¿Piratas for ever?».

Según una declaración leí­da el sábado en la Casa Rosada (gobierno), el anuncio de los ejercicios militares fue comunicado el viernes por «las fuerzas británicas» al Servicio de Hidrografí­a Naval argentino, que depende de la Marina de Guerra.

Las relaciones entre ambas naciones, restablecidas en los años 90, volvieron a tensarse este año, a raí­z de la determinación de Gran Bretaña de autorizar a empresas privadas la prospección de petróleo en el área de Malvinas.

Argentina respondió con la prohibición de usar sus puertos a buque de cualquier bandera que participe del negocio petrolero en las islas.