Consejo Cí­vico de Vecinos de La Antigua Guatemala,


JM Magaña Juárez

Para celebrar las fiestas patronales, la Asociación de Vecinos ’Salvemos Antigua’ convocó, el año pasado, a un foro con el tema del Esquema de Plan de Ordenamiento Territorial preparado durante la gestión anterior, pero engavetado desde su publicación. Los asistentes, conocedores del Plan, reclamaron puntualizar los problemas de la Ciudad, y celebrar una nueva asamblea para conocer los resultados de esa inquietud y las acciones para su realización.

La Asamblea General tuvo lugar el 19 de julio de 2006 con la presencia de más de 280 vecinos. Se identificaron cuatro problemas: Seguridad, Tránsito Vehicular, Contaminación del Medio Ambiente y Crecimiento Urbano que se consignaron en una Demanda Pública dirigida al Concejo Municipal.

A solicitud de esa Asamblea se creó el Consejo Cí­vico de Vecinos, con la participación de 9 Comités, 12 Asociaciones y 12 vecinos debidamente registrados. La Demanda fue entregada el 1 de agosto con 187 firmas, en la que se exigió, entre otros, «…que no más tarde de quince (15) dí­as a partir de la fecha de entrega, el Concejo Municipal lleve a cabo un cabildo abierto, como lo contempla el Artí­culo 38 del Código Municipal, con el propósito de dar respuestas a los graves problemas arriba mencionados, y que dichas respuestas sean presentadas públicamente y en particular, a la comisión ad hoc nombrada por esta Asamblea General de Vecinos».

Dí­as después se presentó un pliego con más de 2 mil firmas, apoyando los términos de la Demanda y exigiendo la celebración del cabildo abierto. El Alcalde lo convocó, pero fue rechazado por los vecinos, pues quiso manipular a los arrendatarios del Mercado Municipal y propietarios de mototaxis para desvirtuar las exigencias planteadas.

Un año después, la Ciudad sigue a la deriva y a merced de quien la quiera explotar comercialmente aprovechando sus caracterí­sticas urbanas y arquitectónicas, desvirtuando su carácter habitacional, cultural y turí­stico.

Las autoridades no ven más allá del lapso de su gestión; no se planifica, regula o vela porque la Ciudad se conserve y desarrolle acorde a su carácter histórico y monumental o, en última instancia, por tratarse de un patrimonio de la humanidad.

Entre poco elegiremos nuevas autoridades, proceso en el que, como de la chistera de un mago, saltan candidatos a la alcaldí­a con grandes egos, pretendiendo administrar la ciudad, sí­mbolo de nuestra mestiza identidad, sin tener la preparación técnica y administrativa, y mucho menos la cultural e histórica para hacerlo.

Los 11 candidatos mencionan en su autopromoción los cuatro temas identificados durante la Asamblea General señalada. Términos como conservación, desarrollo, planificación y ordenamiento territorial están de moda; intuyen la importancia del Esquema de Plan de Ordenamiento Territorial y perciben que por ahí­ está la solución a los problemas que aquejan a la Ciudad, pero no saben, a ciencia cierta, cómo harán para manejarlo.

Destaca entre ellos, Susana Asencio, quien colaboró con la Unidad Técnica de Desarrollo Municipal, convocada por ’Salvemos Antigua’, en su calidad de arquitecta, con maestrí­a en Urbanismo y Planificación Urbana. La impulsa el Comité Cí­vico ’Antigua Somos Todos’, que aglutina a siete partidos polí­ticos (Unionista, Encuentro por Guatemala, CASA, DíA, VIVIA, URNG y DC) que reconociendo la importancia de La Antigua Guatemala y su fragilidad como patrimonio en peligro, se despojaron de intereses partidarios, y apoyan la mejor opción, surgida de la convocatoria de aquellos mismos vecinos preocupados por el destino de su Ciudad.

La elección de un profesional capaz, en estos momentos, es clave para la subsistencia de La Antigua Guatemala que está en la encrucijada entre ceder a la presión comercial o conservarse y desarrollarse como la ciudad histórica que es, y nuestra contemporaneidad exige.