Conocerla y enfrentarla


Editorial_LH

Conocer la corrupción en Guatemala, no es un arte. Todos estamos enterados de cómo a cualquier nivel se habla de los beneficios que se pueden obtener por relaciones con instituciones de función pública y cómo es que estamos llenos de “exitosas” empresas y hombres de negocios que han sido brillantes en el arte de obtener los beneficios de un Estado al que el dinero no le alcanza.

 


Se sabe desde gente que “saquea” alimentos de los hospitales para su consumo familiar, pasando por el policía “mordelón”, hasta llegar a los que se embolsan los multimillonarios proyectos, manejo de los fideicomisos, etc.  Somos conocedores también de cómo es que el inescrupuloso y ladrón, para siendo aquel “empresario de éxito” al que se le acomoda la silla y se le rinde honores en una sociedad que muchas veces mide la calidad humana por lo que tiene y no por lo que se hace. Tan corrupto es el empresario que no paga impuestos o sobrevalora las obras para pagar mordidas, como el funcionario que se los embolsa porque, simplemente, ambos se quedan con dinero del erario nacional.
 
 Entonces, no podemos decir que somos una sociedad que desconozca la existencia de la corrupción y de los corruptos. Lo que sí podemos decir es que somos una sociedad que no se acostumbra a pararse enfrente de ese monstruo de 10 cabezas y 20 manos para decirle “ya no más”. 
 
 La denuncia hecha ayer por la vicepresidenta, Roxana Baldetti, sobre actos de corrupción de cientos de millones de quetzales utilizando el Ministerio de Cultura y Deportes así como las confederaciones deportivas, nos da una oportunidad única de poder demostrar que institucionalmente el sector Justicia está listo para investigar, perseguir y castigar a sinvergüenzas que se organizaron y estructuraron para ordeñar por años la vaca del Estado. 
 
 Al ver esa denuncia es obligatorio preguntarse si al ser así en el ministerio de “poca importancia” como el de Cultura, ¿qué no habrá en otros como Comunicaciones y/o Energía y Minas?  Muchos gobiernos han utilizado esos ministerios como las fuentes de la riqueza para su “retiro” en las vergonzosas carreras de los políticos que nos han gobernado.
 
 Es importante también mencionar que, evidentemente, la Contraloría General de Cuentas ha demostrado, una vez más, que funciona a la perfección, pero para ser la excusa que ampara a los corruptos en el ejercicio del poder.  ¿No deben asumir ellos también alguna responsabilidad  penal por permitir estos saqueos?
 
 Este puede ser un momento en el que como sociedad debemos estar unidos para pedir que los procesos en contra de la corrupción se terminen con una fuerte demostración de que estamos hartos de los ladrones y aprovechar a enviar el mensaje de ya no estar dispuestos a seguirlos soportando.  Habrá ahora que esperar que los otros ministerios y sus anteriores ministros, también enfrenten escrutinio porque entonces demostraremos que ya no solo queremos conocer la corrupción, sino que estamos listos a enfrentarla.

Minutero:

Si tan solo en el deporte
 se robó con tanto porte;
 de plano que hay gran tango
 en los ministerios con rango