Conmoción en India


Investigación. Forenses de India investigan el asesinato de más de 40 niños y niñas en la comunidad de Noida, en la afueras de Nueva Delhi.

La opinión pública de India sigue con horror y pasión desde fines de diciembre el peor caso de asesinatos en serie de su historia, en el que uno de sus autores reveló a la policí­a que habí­a matado, violado e intentado comerse a unos 15 niños, aunque las ví­ctimas serí­an más de 40.


Desde hace varios dí­as, los policí­as descubren más y más restos de seres humanos en las afueras de Nueva Delhi, donde el pasado 29 de diciembre se encontraron los cadáveres de 17 personas, 16 de las cuales eran niños.

Los investigadores dicen que encontraron unos 40 sacos de plástico atiborrados de decenas de huesos humanos en Noida, cerca de la capital india, explica el martes el diario Hindustan Times.

«El balance podrí­a superar los 40 muertos», declaró un responsable de la Oficina Central de Información (CBI, por sus siglas en inglés), un equivalente del FBI estadounidense, citado por el periódico.

El lunes se encontraron más sacos llenos de cráneos y de huesos en un desagí¼e de Noida, dijo a la AFP un policí­a de la CBI.

Restos de 16 niños, sobre todo jovencitas, fueron descubiertos en el jardí­n de la casa de Mohinder Singh, un empresario de trabajos públicos.

La policí­a arrestó a Singh y a su empleado, Surender Koli, un cocinero, el pasado 29 de diciembre. Posteriormente la justicia los inculpó de secuestro, violación y asesinato.

Según la prensa, Koli reconoció ante la policí­a que mantuvo relaciones sexuales con los cadáveres de las ví­ctimas, cuyos nombres y rostros recordaba muy bien.

También explicó que habí­a tratado de comerse los órganos de las mismas y que cortó otros en trozos antes de lanzarlos por el váter.

Como ejemplo, Koli explicó que trató de probar el hí­gado de una niña de cuatro años, que luego vomitó.

Desde hace más de quince dí­as, los periódicos y las televisiones de India presentan macabras revelaciones sobre estos actos de canibalismo y necrofilia.

Los ciudadanos más morbosos visitan «la casa del terror», como ya la llamó la prensa, donde trabajan activamente las excavadoras. «Lo siento pequeña, no es más que un tazón», y no un cráneo, explicó a su hija Sukhlendu Saha, un banquero que asistió con su familia a los rastreos.

Con 40 muertos, este es el peor crí­men de la historia de India. En 2006, unos 20 taximetristas fueron salvajemente asesinados por piratas de la carretera cerca de Nueva Delhi.

En Noida, los padres de los niños acusan a las autoridades de darles largas después de que estos hubieran denunciado las desapariciones. Las ví­ctimas vení­an de medios desfavorecidos: familias de cultivadores que viven en los barrios pobres de la ciudad y que provienen del Estado de Bengala Occidental (este).

Desde que se lanzó la investigación, nueve policí­as fueron cesados o suspendidos por «incompetencia».