Francia y Brasil rendirán homenaje este domingo al brasileño Alberto Santos Dumont (1873-1932), considerado «padre de la aviación» por haber realizado, hace un siglo, el primer vuelo homologado en Europa de un aparato «más pesado que el aire» propulsado por motor de explosión.
El domingo, entre las 10:00 y las 13:00 locales (09:00 y 12:00 GMT), en el mismo parque Bagatelle en Neuilly, en las afueras de París, está prevista la reconstitución de ese vuelo histórico empleando una máquina idéntica al «XIV bis», con estructura de cañas de bambú y un motor de 50 caballos de fuerza.
Como hace 100 años en el mismo lugar, se espera un público numeroso, compuesto por amantes de la aviación y de simples curiosos, aunque esta vez estarán acompañados por las cámaras de televisión.
En realidad, tras un ensayo el 23 de octubre, el primer vuelo homologado –lo certificaron el Aero-Club de Francia y la recién creada Federation Aeronautique Internationale– tuvo lugar el 12 de noviembre de 1906.
Ese día, con Santos Dumont en los mandos, el XIV bis, un biplano de 11,2 metros de envergadura y unos 300 kg en carga plena, despegó y realizó un vuelo sobre una distancia de 220 metros y a unos seis metros de altura, en 21 segundos, lo que da un promedio de 41,3 km/h, velocidad más que sorprendente para la época.
Ese logro lo hará merecedor del premio ofrecido por el Aero-Club de Francia (1.500 francos de la época) al primer aeronauta –así se llamaban entonces a los que se atrevían a montar en las máquinas voladoras– que consiguiera realizar un vuelo en línea recta de al menos 100 metros.
El premio lo compensó en parte por la rotura de una de las alas de su biplano al aterrizar en el campo de Bagatelle.
La conmemoración en Francia de la hazaña estará acompañada por numerosos actos que tendrán lugar en Brasil, la tierra natal del genial inventor, y contará con la participación de la embajada brasileña en París en las exposiciones organizadas en torno del centenario.
La réplica del XIV bis que volará el domingo en Bagatelle fue construida en Brasil por Danilo Fuchs, un coronel retirado de la Fuerza Aérea Brasileña, quien será también el piloto en esta ocasión.
El mérito de lo hecho por Alberto Santos Dumont ese día es que se lo considera como el primero que logró despegar y controlar el vuelo de manera totalmente autónoma.
Tres años antes, el 17 de diciembre de 1903, sobre la arena de Kitty Hawk, en Carolina del Norte, los hermanos estadounidenses Orville y Wilbur Wright conseguían un primer vuelo controlado con el «Flyer», pero el despegue fue ayudado por una suerte de rampa de lanzamiento.
Mucho antes, en 1890, el francés Clement Ader había conseguido hacer volar por primera vez un aparato más pesado que el aire –un «avión», término inventado por Ader–, impulsado a duras penas en breves «saltos» por un motor de vapor y prácticamente sin pretensiones en cuanto a control.
Completarán los festejos del centenario dos exposiciones consagradas al pionero brasileño. Una en el teatro de Neuilly, organizada por la embajada de Brasil y el Museo francés de Aeronáutica y Espacio, recordará su vida y la otra, en la alcaldía del distrito XVI de París, presentará documentos inéditos de Santos Dumont.