Una ceremonia restringida a unos 500 familiares y unos pocos invitados recordó hoy en Río de Janeiro a las 228 víctimas del accidente del vuelo 447 de Air France, ocurrido en junio, pocas horas después de despegar de esta ciudad rumbo a París.
Entre los presentes a la ceremonia estrictamente privada se incluían el secretario de Estado francés para la Cooperación, Alain Joyandet, y el presidente de Air France, Jean-Cyril Spinetta.
Las familias que vinieron desde Europa especialmente para esta ceremonia viajaron en un vuelo fletado especialmente por la compañía francesa.
«Ha sido una ceremonia llena de dignidad y de fervor, para permitir a las familias vivir su duelo», dijo Joyandet a la prensa luego de los homenajes que duraron poco menos de dos horas.
En la oportunidad se inauguró una estela compuesta por un panel de vidrio de varios metros sobre el que están grabadas 228 golondrinas, que simbolizan las 228 víctimas y parecen volar sobre el océano.
La ceremonia fue cerrada a la prensa, a pedido de las familias, según Air France. La calle de acceso al Mirador de Leblon, con su impresionante vista sobre el mar, fue cerrada por vehículos de la policía y solamente eran autorizados a pasar los autobuses con los familiars y empleados de Air France uniformados.
Maarten van Sluys, portavoz de la asociación brasileña de familaires de víctimas, dijo a la AFP luego de la ceremonia que numerosas personas usaban un brazalete negro, «para manifestarse silenciosamente contra la falta de transparencia de la investigación de las autoridades francesas».
La aeronave se había precipitado al mar en la noche del 31 de mayo al 1 de junio a unos 1.150 kilómetros de las costas de Recife (nordeste de Brasil).
Unos 50 cuerpos y numerosos trozos del avión Airbus A330 fueron rescatados del mar, pero las causas del peor accidente sufrido por una aeronave de Air France aún son desconocidas.