El «mundo vivió a la hora de Berlín» y «el cielo lloraba de alegría», exclamó con orgullo la prensa alemana al celebrar el éxito de la «Fiesta de la Libertad», en la cual los líderes europeos y más de 100 mil personas conmemoraron el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín.
Por su parte, la prensa europea, haciéndose eco del discurso video sorpresa del presidente norteamericano Barack Obama, exhortó a no olvidar que todavía existen otros muros, todavía muy sólidos, que merecen ser derribados.
«Hoy, todavía hay quienes viven dentro de los muros de la tiranía. Seres humanos a los que se les niegan los mismos derechos que hoy celebramos», dijo el presidente norteamericano.
«El cielo lloraba de alegría», tituló el diario Bild, el más leído de Alemania, resumiendo en una sola frase el mal tiempo de toda la jornada y la alegría de la multitud
«El 9 de noviembre se convirtió, sin lugar a dudas, en la fiesta nacional en el corazón de los alemanes», señaló el diario de referencia Frankfurter Allgemeine Zeitung, aludiendo a un debate recurrente en la Alemania unificada.
Actualmente, la fiesta nacional es el 3 de octubre, día de la reunificación, y no el 9 de noviembre, día de la Noche Cristal, como se llama al programa ocurrido en esa fecha, preludio del Holocausto.
«Se puede festejar una cosa, sin silenciar la otra. Desde hace 20 años, el 9 de noviembre no es más un día de vergí¼enza nacional, sino también un día de alegría. Ninguna fecha reúne en forma tal los altibajos de la historia alemana como el 9 de noviembre», escribió el editorialista Berthol Kohler.
El orgullo de los alemanes fue matizado por la canciller Angela Merkel, al señalar en su discurso que la «unidad alemana todavía estaba incompleta» porque a pesar de los gigantescos esfuerzos financieros el este de Alemania sigue siendo más pobre que el oeste.
La prensa europea destacó el éxito de la fiesta, pero también los nuevos desafíos que enfrenta el mundo.
«Veinte años después el Muro de Berlín volvió a caer para evocar el pasado e inspirar al mundo en sus nuevos desafíos», escribió el diario español Público.
La victoria del capitalismo en 1989 «no resolvió la cuestión de la justicia social», observó el diario austríaco Kleine Zeitung.
Otros «muros existe en México, Palestina y otras partes, muros que un día habrá que destruir alegremente a golpes de pico», editorializó por su parte el diario francés de centroizquierda Liberation.