Congreso de EE.UU. en semana de negociaciones


Henry Paulson, secretario estadounidense de Tesoro, pidió al Congreso la aprobación rápida del plan financiero del Gobierno.

El Congreso estadounidense se reunió ayeriniciando una semana de negociaciones sobre el pedido de la administración de George W. Bush de que lo autorice a gastar hasta 700.000 millones de dólares para sanear al sector financiero.


Republicanos y demócratas concuerdan en que es necesario «actuar rápido» y esperan alcanzar un acuerdo hacia el viernes.

El Tesoro subrayó este lunes que espera que el Congreso apruebe en el fin de semana una ley que instrumente el plan de salvamento, según un portavoz del departamento, que aseguró que «las conversaciones son positivas».

Pero las exigencias de cada uno podrí­an retrasar el proceso.

Los demócratas, mayoritarios en el Congreso, buscan la ocasión para hacer aprobar ideas con las que se identifican, así­ como sus electores, que pronto deberán pronunciarse en las urnas: un nuevo plan de reactivación económica, un techo para las indemnizaciones de ejecutivos de las instituciones que serán controladas por la administración para garantizar los activos de cobro dudoso («tóxicos»).

También exigen –como lo proclama su candidato presidencial Barack Obama– más «control» sobre el destino de los 700.000 millones de dólares, una de las mayores intervenciones estatales en la historia de Estados Unidos.

El presidente demócrata de la comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Barney Frank, pidió que se implemente un «consejo de vigilancia».

«Debemos instaurar un consejo de vigilancia» del plan presentado por el secretario del Tesoro, Henry Paulson, dijo Frank, legislador por Massachusetts (noreste), en una conferencia de prensa en el Capitolio.

Frank explicó que el consejo verificarí­a «lo que se compra, qué clase de compañí­as son compradas» en el marco de un plan de compra del Estado de activos dudosos a los bancos.

Sobre la posibilidad de que los directivos de las empresas se beneficien de las indemnizaciones, el legislador dijo que «no hay paracaí­das dorados».

Por su parte, los republicanos quieren, como lo señaló el secretario del Tesoro Henry Paulson, una ley «limpia y clara». En otras palabras, sin ampliar el plan presentado durante el fin de semana por el estratega financiero de la administración Bush.

«Los estadounidenses quieren saber si los demócratas y republicanos, el Congreso y la Casa Blanca, pueden alcanzar un acuerdo para resolver este problema con la urgencia que merece», declaró Bush el lunes.

«De hecho, el mundo entero quiere saber si podemos actuar rápidamente para consolidar los mercados y evitar daños en nuestros mercados financieros, nuestras empresas, nuestro sector inmobiliario y nuestras jubilaciones», afirmó en un comunicado.

En cuanto al costo del proyecto, es otro tema de debate, ya que Paulson afirmó que no estaba seguro de que ese monto vaya a ser alcanzado, aunque admitió que también podrí­a ser superado.

TENSIí“N


El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, advirtió hoy que a pesar de las medidas tomadas para rescatar a bancos en crisis, los mercados financieros mundiales «permanecen bajo una tensión extraordinaria».

En declaraciones preparadas para presentar ante el Congreso este martes, Bernanke dice que la acción de los legisladores es necesaria con urgencia «para estabilizar la situación y evitar lo que podrí­an ser consecuencias serias para (el) mercado financiero (estadounidense) y para (su) economí­a».

«A pesar de los esfuerzos de la Reserva Federal, el Tesoro y otros organismos, los mercados financieros mundiales siguen estando bajo una tensión extraordinaria», agregó.

AMENAZA


El secretario del Tesoro, Henry Paulson, advirtió hoy que si el Congreso estadounidense no aprueba rápidamente una legislación que ayude a estabilizar el sistema financiero, la crisis del crédito amenazará «todos los sectores de la economí­a».

Los créditos hipotecarios de riesgo «crearon una reacción en cadena y la semana pasada se congeló nuestro mercado del crédito, incluso algunas compañí­as no financieras tuvieron problemas para costear sus operaciones cotidianas», indica Paulson, según extractos de los comentarios que hará ante un comité del Senado.

«Si la situación persiste, amenazará a todos los sectores de la economí­a», destacó.