Un acuerdo bipartidario sobre el proyecto de reforma del sector inmobiliario, que debía ser examinado ayer en el Senado, hace posible la adopción por parte del Congeso de una ley por la cual más de 500 mil personas amenazadas de desalojo podrán conservar sus viviendas.
El dispositivo sobre el cual se pusieron de acuerdo al cabo de varias semanas de ásperas negociaciones los senadores demócratas y republicanos, apunta a aportar la garantía del Estado sobre cerca de 300 mil millones de dólares de préstamos inmobiliarios a menor costo para el contribuyente.
«Esta ley es una buena noticia tanto para los mercados como para los propietarios de inmuebles», consideró Christopher Dodd, senador demócrata de Connecticut (noreste), citado en un comunicado.
El texto, destinado a contener la crisis inmobiliaria que amenaza de recesión la primera economía del mundo es sostenido también por el senador republicano por Alabama Richard Shelby.
El proyecto prevé aportar la garantía del Estado a fin de corregir a la baja los términos de los préstamos inmobiliarios, a fin de frenar la avalancha de embargos y permitir a los particulares conservar sus viviendas, explicó ayer el Wall Street Journal.
El proyecto incluye asimismo una reforma de los dos organismos de refinanciación hipotecaria, Freddie Mac y Fannie Mae, cuya función es comprar a los bancos sus créditos hipotecarios, explicó el diario neoyorquino.
El 8 de mayo, la Cámara de Representantes había votado un proyecto de ley con intenciones similares, pero éste fue criticado por la minoría republicana y amenazado de veto por el presidente George W. Bush.
Por 266 votos contra 154, la Cámara de mayoría demócrata había adoptado un texto que apuntaba a crear un fondo de 300 mil millones de dólares para garantizar préstamos renegociados por los propietarios de los inmuebles endeudados.
El jefe del grupo parlamentario republicano, John Boehner, se indignó de que «los demócratas fuercen a los propietarios responsables y a los contribuyentes a pagar una factura de 300 mil millones de dólares para salvar a estafadores, especuladores y deudores irresponsables (…). Es un abordaje peligroso que amenaza el sueño estadounidense de acceso a la prosperidad», dijo.
El presidente Bush había anunciado que interpondría su veto a ese texto: «Queremos un buen proyecto de ley de vivienda que ayude a la gente a conservar su casa, y no un proyecto que recompense a los especuladores y organismos de crédito», dijo.
La fórmula examinada ayer por la comisión bancaria del Senado prevé dejar sobre los hombros de Freddie Mac y Fannie Mae el riesgo de insolvencia para beneficiar al contribuyente, explica el Wall Street Journal.
El costo del proyecto se eleva a 500 millones de dólares, es decir, tres veces menos que la propuesta adoptada por la Cámara (1.700 millones de dólares), afirmó Dodd, citado por el periódico.
La Casa Blanca dio a entender que no se oponía a esta iniciativa, y que veía con buenos ojos la reforma de los organismos de financiamiento.
«Las leyes no son para salvar a los prestadores ni para ayudar a los especuladores», repitió el lunes el presidente George W. Bush, quien no obstante añadió: «el gobierno debe ayudar a los deudores solventes a quedarse en sus casas».
«Una manera de lograrlo –y el Congreso logró avances en este punto– es la reforma de Fannie Mae y Freddie Mac, que se llevará a cabo con un sólido regulador independiente», añadió, en una breve alocución con el secretario del Tesoro, Henry Paulson.
Si el proyecto es aprobado, constituirá una nueva iniciativa bipartidaria exitosa, tras el proyecto de reanimación económica, promulgado el 13 de febrero por el presidente Bush, que prevé inyectar 168 mil millones de dólares en dos años en la economía, por concepto de devolución de impuestos.