Los grupos sindicales del país muestran una total oposición al Convenio 175 de la OIT, en donde se regula el tiempo parcial de trabajo.
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Roberto Alejos, presidente del Congreso de Guatemala, ratificó que en la agenda legislativa se encuentra contemplado el conocer el Convenio 175 de la Organización Internacional de Trabajo, el cual establece la posibilidad de contrato por tiempo parcial, medida a la cual se opone el sector sindical.
Se había anunciado que, ante el rechazo sindical, el Convenio 175 ya no sería conocido. Sin embargo, Alejos indicó que sí se tomará en cuenta en el Pleno del Congreso. Pese a ello, para hoy por la tarde se tiene contemplada una reunión entre la Junta Directiva, los jefes de bloque y el sector sindical.
En esa reunión, los jefes de bloque escucharán los planteamientos de los sindicalistas, quienes «tratan de influir en la forma de pensar de los legisladores, que es lo que corresponde para tomar una decisión a la hora de votar», expresó Alejos.
Los trabajadores solicitaron que mientras no fuera escuchada la parte sindical, continuarán sus dudas sobre el convenio; por ello, han usando su derecho de petición para ser escuchados. Anteriormente, habían pedido que fuera detenido en la Comisión Legislativa de Trabajo, donde estuvo en estudio para dictamen.
DERECHOS
Aníbal Flores, secretario general sindical del Sector Salud, insiste en que si el Convenio 175 es aprobado por los diputados, estarían al borde del precipicio todos los logros históricos conseguidos y acumulados a lo largo de muchos años por los trabajadores.
Al parcializar el tiempo, se ve en el horizonte la pérdida del Bono 14, las vacaciones, el seguro social; se perderán puestos de trabajo, disminuirá el ingreso del empleado y todas aquellas prestaciones mínimas con las que hoy cuenta el trabajador, analizó el líder sindical.
Debido a que Guatemala como país tercermundista todavía no está en la posición de implementar convenios de esa naturaleza, es que el trabajador sigue en desventaja y no le favorecen esa clase de arreglos internacionales, recalcó Flores.
AFECTADOS
Hay una desventaja más dramática, «el campo, donde ni siquiera pagan el salario mínimo agrícola», donde sería el más afectado con la parcialización de los jornales, y sería una vez más el agro el sector laboral más afectado, tal y como ha sido a lo largo de la historia, reflexionaron los sindicalistas.
Además, el magisterio es otro segmento del trabajo asalariado que está amenazado, dijo Aníbal Flores, con la acumulación problemática para los mentores y todos los empleados de los servicios públicos básicos, debido también a la pretensión de aprobar la Ley de Alianzas Público Privada, que vendría a privatizar los pocos derechos que tiene la mayoría de la población, alegó.