Congreso aprueba iniciativa de deuda; Senado la rechaza


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En una muestra de que persisten las posturas partidistas inflexibles, la Cámara de Representantes aprobó ayer una legislación de emergencia para evitar el impago sin precedente de la deuda del gobierno, y el Senado la rechazó menos de dos horas después.

Por DAVID ESPO WASHINGTON / Agencia AP

El resultado de la jornada fue la incertidumbre persistente. Los demócratas volvieron a exhortar a un acuerdo que implique concesiones mutuas, y criticaron a los republicanos, de cara al próximo martes, cuando se vence el plazo para elevar el lí­mite de la deuda.

«Casi se nos acabó el tiempo» para un acuerdo, advirtió el presidente Barack Obama, mientras que los mercados financieros se volvieron un mar de nervios ante la posibilidad de que se desencadene un caos económico la semana próxima. En Wall Street, el promedio industrial Dow Jones bajó por sexta jornada consecutiva.

La votación del viernes en la cámara baja fue de 218-210. La mayorí­a de los votos a favor fue de los republicanos, mientras que los demócratas votaron predominantemente en contra. La propuesta votada era obra de los republicanos y buscaba aumentar rápidamente en 900mil millones de dólares la capacidad de préstamo de Estados Unidos, algo esencial para que el gobierno pueda seguir pagando sus cuentas.

Sin embargo, el proyecto contemplaba también un recorte de 917 mil millones de dólares en el gasto federal.

La iniciativa fue redactada de nuevo y a toda prisa durante la noche, para señalar que, antes de que fuera posible cualquier incremento adicional en el lí­mite de la deuda, el Congreso debí­a aprobar una enmienda presupuestaria equilibrada en la constitución y enviarla a los estados para su ratificación. Ello representó una concesión a los conservadores apoyados por el grupo conocido como tea party y por otros dirigentes y militantes republicanos, quienes habí­an frustrado el intento del lí­der de la Cámara de Representantes, John Boehner, por aprobar la propuesta del pasado jueves por la noche.

«Hoy tenemos la oportunidad de terminar con esta crisis sobre el lí­mite de la deuda», dijo Boehner, luego que su estrategia para resolver el estancamiento fue torpedeada por miembros descontentos dentro de su propio partido.

Pero los cambios que hizo a la propuesta republicana en la Cámara de Representantes lo alejaron aún más de los demócratas. Asimismo, la modificación complicó las posibilidades de un acuerdo que pueda pasar por ambas cámaras y ser promulgado con la firma de Obama antes de que venza el plazo.

En el Senado, los demócratas rechazaron la medida sin mucho debate. La votación fue de 59-41, y todos los demócratas, dos independientes e incluso seis republicanos se pronunciaron en contra del proyecto.

El lí­der de la mayorí­a demócrata en el Senado, Harry Reid, tení­a una medida alternativa para elevar el lí­mite de la deuda en 2,4 billones de dólares, lo suficiente para cumplir con los términos pedidos por Obama, en el sentido de que una propuesta proporcionara capacidad de seguir haciendo pagos hasta el 2013.

Reid invitó a los republicanos a sugerir cambios.

«Esta es probablemente nuestra última oportunidad de salvar a esta nación de la moratoria», advirtió.

El lí­der republicano del Senado, Mitch McConnell, sugirió que es el turno de Reid para proponer algo.

«Espero ansioso el plan del lí­der de la mayorí­a para evitar esta crisis», señaló McConnell en un comunicado, en el que destacó el hecho de que la Cámara de Representantes ha aprobado ahora dos iniciativas para evitar el impago, y el Senado, ninguna.

Simultáneamente, Reid hizo un exhorto al bipartidismo. Pero él y otros dirigentes del partido en el gobierno acusaron a Boehner de doblegarse ante los extremistas republicanos.

Esos conservadores «los miembros del ‘tea party’ que siempre se niegan a cooperar», sentenció el senador Richard Durbin.

Pese a un dí­a más de posturas irreductibles, las iniciativas republicana y demócrata podrí­an aportar la base de conversaciones discretas entre dirigentes legislativos en busca de un acuerdo bipartidista que pueda obtener el visto bueno de las dos cámaras antes de que venza el martes el plazo para evitar una mora estadounidense.

Obama hizo referencia a la difusión de un informe nada alentador sobre el crecimiento económico y la incertidumbre generalizada debido a la parálisis en Washington para lograr el incremento del lí­mite de la deuda gubernamental.

El mandatario habí­a advertido que la medida ideada por los republicanos fenecerí­a en el Senado.

La Casa Blanca y los legisladores demócratas advierten que la medida republicana causarí­a un cataclismo económico, pues obligarí­a a los legisladores a votar sobre otra ampliación del lí­mite de deuda a comienzos del año próximo, en plena pugna polí­tica ante el comienzo de las campañas para las elecciones presidenciales y legislativas.

Funcionarios del gobierno federal han advertido que el Congreso debe alcanzar un acuerdo que implique concesiones mutuas a fin de elevar el techo de la deuda para el martes, o el gobierno se quedará sin efectivo para pagar sus deudas. Ello derivarí­a en una moratoria federal sin precedentes, que podrí­a estremecer la economí­a con problemas tales como un incremento drástico en las tasas de interés.

Por lo pronto, el temor sobre las posibles secuelas del estancamiento provocó pérdidas en la mayorí­a de la principales bolsas de valores en el mundo.

Además, los representantes de los bancos más grandes en Estados Unidos se reunieron con las autoridades del Tesoro estadounidense para examinar la manera en que serí­an realizadas las subastas de deuda si el Congreso fracasa en aumentar el lí­mite de endeudamiento antes del plazo del martes.

Pero el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el gobierno descarta adelantar públicamente el viernes los detalles de la forma en que el gobierno jerarquizarí­a los pagos.