Congoja y muerte en carreteras


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Lista innumerable de sucesos ocurren en el sistema vial del país. Los referentes son encabezados por congoja y muerte, a diario. Sin omitir pérdida cuantiosa material, destrozos mismos en arterias de tránsito gigantesco. Todo hace pensar de inmediato que pilotos viajan drogados, etílicos y en abierta competencia con sus homólogos.

Juan de Dios Rojas


Inclusive las unidades carecen de seguro en favor del usuario, son por lo general verdaderos armatostes rodantes a velocidades de vértigo. Auténtico atentado en contra del viajero en condición a las claras; de latas de sardinas, a menudo exceptos de control alguno, semejan el término peyorativo que solía mencionar Ydígoras Fuentes: «de ganado humano”.

El hecho de viajar por diversas rutas en estas condiciones precarias, equivale sin duda a exponerse a cualquier hecho trágico el rato menos pensado. Sin embargo, cualquier ruta por necesidad a veces, es tomada por seres bajo presiones anímicas oscuras. También por diligencias propias, visita a familiares, ya no resulta “viajar es vivir».

Ni siquiera el paisaje florido y un cúmulo de sorpresas gratas al sentido de la vista pierde el calificativo de bello paisaje, a consecuencia de la contaminación audial y visual, antes venturoso y placentera. El progreso y modernismo acarrea consigo una sumatoria de problemas críticos en alto grado, pues se impone siempre lo negativo.

Hasta carreteras remotas, en medio de elevaciones montañosas, a la vera de ríos caudalosos y bajo un cielo infinito, pasa generalmente desapercibido. Bocinazos estruendosos del tráfico pesado es encargado de echar por la borda las impresiones logradas, pero diluidas al instante por actitudes vandálicas de ese transporte aludido.

Además, existen las famosas tristemente vueltas, una antesala de la muerte en rutas serpenteantes que atraviesan el territorio patrio, con frecuencia de luto por la constante congoja y muerte apoderada del sistema vial. En los actuales momentos que persisten lluvias tormentosas, los accidentes viales constituyen la nota amarga imperante.
Es indispensable, urgente y necesario que las diversas autoridades que tienen injerencia por obligación, no bajen la guardia ni un solo momento. Borren del mapa actitudinal el insoslayable por cierto untar la mano, a efecto que dejen pasar diferentes requisitos. Que sea hermosa realidad eso de o todos hijos, o todos entenados.

Un número de víctimas quedan con limitaciones después de un accidente, congojas permanentes, traducidas en «sangre, sudor y lágrimas “campean por los cuatro puntos cardinales, así pasen los días en su inexorable marcha de dolor, congoja y demás muestras de tristeza flotan aquí y allá. Hagan conciencia y compórtense correctamente.