Dudo de la afirmación del ingeniero Ayau  porque predica pero cuando fue diputado (con el patrocinio de la cúpula económica) no propuso la indemnización universal, tampoco cuando el Congreso la aprobó no se manifestó a favor de la misma y mucho menos protestó cuando a solicitud de la súper cúpula económica, el Organismo Legislativo la derogó y puso en sustitución el Bono 14. Si me preguntaran en quién confí­o más, no vacilarí­a en señalar que en el licenciado Alfonso Bauer Paiz, con quien no tengo amistad pero he visto su actitud como hombre público y hombre de principios.

 

Siempre en el tema de la columna del ingeniero Ayau, cuando él se refiere a ProReforma, manifiesta que en su propuesta y la de quienes le siguen, el artí­culo 157 elimina todos los privilegios, que quienes están en contra de ProReforma es porque quieren conservar privilegios. Acaso se le olvida al ingeniero Ayau que él es el promotor que las universidades privadas y la Universidad de San Carlos, como patrono, no paguen su cuota al IGSS, aspecto que él me solicitó ante otros rectores cuando me desempeñaba .en el año 1983- como gerente interventor de la seguridad social, argumentando que la cuota patronal al IGSS era un impuesto y no como en realidad lo es, una contribución al sistema previsional de todos los trabajadores privados. ¿Es que este privilegio que el ingeniero Ayau y otras personas lograron se va a suprimir y si cree en la indemnización universal porqué ProReforma no la propuso?

 

Hablando de privilegios Acaso el ingeniero Ayau, sus socios y familiares no han logrado y utilizado todos los privilegios posibles en lo que fueran sus empresas de gases industriales, de producción de electrodo para soldar y hoy utilizan los privilegios de exoneraciones de impuestos, incluyendo el Impuesto Sobre la Renta, en las hidroeléctricas que construyeron y desean construir. Bien, como lo digo, me confunde el artí­culo del ingeniero Ayau.

 

En lo que no me confundo es en mantener la opinión, como ya lo han manifestado muchas personas, que la propuesta de reforma parcial constitucional que persigue el ingeniero Manuel Ayau, es una nueva búsqueda de privilegios, porque aunque él argumenta -en su artí­culo- que al Presidente y Vicepresidente, a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Apelaciones, se les requiere un mí­nimo de 40 años de edad, eso no es privilegio, eso es un prerrequisito, pero en ninguna parte de la Ley se dice que quienes los eligen -para poder votar- tienen que tener 40 años.

 

También  y como lo he manifestado, la propuesta de ProReforma es tan inadecuada que pretende que los intereses individuales priven sobre los intereses sociales y si bien los individuos tienen y deben tener derechos, en un momento dado, el lí­mite de esos derechos no puede ser superior al lí­mite del conjunto de los individuos dentro de una sociedad, prueba irrefutable de ello son las prédicas de Jesucristo y la doctrina social de la Iglesia.